Sorry, I Love U. ↬ [ChanIn]

Los buenos recuerdos se conservan.

—  Él no querrá escucharme nunca... Si desde un principio él no confiaba en mi... Yo le dí un motivo más para que no lo haga jamás. —  Las lágrimas fluían por el rostro de Chan mientras abrazaba a Seungmin. 

Aunque el castaño había discutido con él el día del accidente se habían reconciliado con mucho trabajo. Y allí estaba, sosteniendo al amor de su vida entre sus brazos, que a su vez lloraba por el amor de SU vida. Por JeongIn. Pero le había quedado muy en claro que él jamás lo vería cómo una pareja, jamás llegarían más lejos que una amistad y le dolía mucho. Aunque no más que verlo en aquel estado. Por su culpa. 

— Entonces yo lo haré por ti. Hablaré con él y aclararé que fue todo mi culpa. —  El rubio negó con su cabeza, intentando separarse de su abrazo, pero él se lo impidió.—  De acuerdo, no lo haré, pero me duele verte así chris, ya ah transcurrido un mes. 

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 Mi bebé... Sé que no quieres escucharme, sé que no volverás a querer verme nunca más. Así que le he pedido el favor a Félix de que al menos haga llegar esto hacia tu persona con la promesa de que jamás volvería a molestarte.  Y de verdad ya no volveré a hacerlo. Volveré a Australia. 

El motivo de mi carta es para expresarte lo mucho que te amé y te sigo amando.

Si, Yang JeongIn, éste idiota que te lastimó te sigue amando, es por ello que decidí no insistir y en su lugar conservar los buenos recuerdos que ambos creamos desde que nos hemos conocido.  Tienes una sonrisa preciosa, y en un principio eso fue lo que me atrajo de ti. Tus hoyuelos. Por favor, conservala, no quiero ser el causante de que esa hermosa sonrisa desaparezca. 

Espero que seas feliz, más feliz que cualquier ser humano en éste mundo, tú lo mereces. 

Recordando lo que sucedió hace un mes... Yo si, estaba besando a SeungMin. No sé por qué. Esa tarde me había confesado que estaba enamorado de mi y me beso... el porqué estaba sin ropa es fácil, ¿recuerda que horas atrás a eso llovía? De regreso de la Universidad nos mojamos. Yo le dí de mi ropa para cambiarse y no me había terminado de vestir cuando todo sucedió y segundos después llegaste tú. Lo lamento... El regalo fue perfecto, cómo tú.

Cariño, con mi ida planeo llevarme tus lágrimas y tu dolor, así que sé libre, Inni. 

Lo siento. Y te amo. 

— Christopher.

Cuando JeongIn leyó aquello, lágrimas fluyeron sin control alguno por sus mejillas. Observó a Félix que a su vez lo observaba con preocupación. 

— ¿Ya se ha ido? — Cuestionó con su voz cargada de desesperación.

— Bebé... Él se fue hace mucho...