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Summary: El brillo de un viejo amor, intentar seguir adelante, y vislumbrar historias anidadas en las paredes de un antiguo departamento.
Advertencias: Implica un leve eremika.
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.El apartamento se encuentra en un antiguo edificio, los años pasan y este permanece igual, aunque la ciudad siga en movimiento, cambiando y transformándose.
La primera vez que Mikasa pone un pie en él, sabe que este pequeño lugar sería el final de algo antiguo y el comienzo de algo nuevo. Sus sospechas se tranquilizan cuando Eren le da una sonrisa vacilante, sus ojos brillan de esa manera que le permite saber que está mintiendo o haciendo algo que no quiere. Ella no dice nada. No porque no pueda, sino porque no quiere.
En los próximos meses está demasiado ocupada con la organización y la transferencia de una universidad a otra como para prestar mucha atención al obvio detalle de que Eren claramente tiene algo que decirle. Ella lo evita tanto como puede.
Pero un día, después de pasar por la tienda de comestibles, llega a casa a un apartamento vacío y con una nota apresuradamente escrita en la mesa. Un simple no puedo hacer esto más en la letra cursiva de Eren, es todo lo que le queda.
Mikasa comienza a preparar la cena para dos, come y guarda el plato extra en la nevera.
Ella no llora.
...
Eren se da cuenta de que todo lo que la gente había dicho sobre él era una mentira. No era un hombre desinteresado, no era alguien que hacia cosas sin un motivo ulterior. Esto, se ha dado cuenta en el último año y es solo porque con los meses que pasan, los hombros de Mikasa cae un poco más abajo cada vez que la visita.
En el momento en que está sentado en la mesa de la cocina, con las manos ocupadas hojeando un libro de fotografía. Él estaba más que seguro de que pertenece a Sasha, a quien no ha podido enfrentar sin sentir que tenía demonios colgando de sus hombros. Eren recuerda que ella fue la primera persona de la que Mikasa se hizo amiga cuando estaban en la escuela secundaria, no de Armin; tampoco de él mismo. Era una niña feliz, incluso si comía demasiado para su gusto o para cualquiera, y siempre solía correr después de la escuela, a la salida, la única vez que él recuerda que no lo hacía era cuando estaba nevando. Todos los días, sin falta, daría vueltas por la escuela y, después de algunos meses de amistad, había logrado persuadir a Mikasa para que se uniera a su carrera.
Vuelve la vista hacia una pequeña mesa que se encuentra al lado de la ventana, allí se extiende una fila de marcos de fotos con medallas que ganaron cuando el equipo llegó a los nacionales. Mira alrededor de la habitación, todo estaba en su lugar, nada había cambiado desde la última vez que había estado allí. Ni la posición de los sofás, el televisor, la mesa o las sillas, ni siquiera el vacío que sentía cada vez que entraba por la puerta.
Él mira a Mikasa, sus hombros subiendo y bajando mientras le hacía la cena. Es triste.
Pero no se atreve a decir nada, no cuando la causa de su tristeza era él; no cuando era él quien constantemente pinchaba su sangrienta herida.
—Tu cabello se ha vuelto más largo —dice, solo para romper el silencio que amenazaba con comérselo vivo—. Deberías cortarlo.
Al día siguiente, el cabello de Mikasa es de la forma en que lo había mantenido durante la escuela secundaria y la universidad, por encima de sus hombros, enmarcando su bonita cara.
Una vez más, ella reflexiona, has perdido de nuevo.
...
Sasha divaga sobre lo bueno que es el clima para sacar fotos. Mientras tanto Mikasa, lo sabe, solo le está prestando un cuarto de su atención, y eso, piensa la castaña, es estar siendo generoso. Pero incluso si sabe que Mikasa no está prestando atención, ella sigue hablando, porque gracias al aspecto de su cabello, sabía que Eren la había visitado.
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•Traducciones RivaMika•
FanfictionLas historias son publicadas con el previo permiso de sus autores originales, yo solo me dedico a traducir, los personajes son propiedad de Hajime Isayama. La imagen de portada tampoco me pertenece.