Capítulo 11

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La siguente mañana no tenía clases, así que dejé que el sueño me consumiera por más tiempo. La noche anterior había salido hasta tarde con todos mis amigos, y cómo no acostumbraba a esa "vida nocturna"  (Aparentemente todos ellos salen muy amenudo) estába bastante cansada.

Durante la fiesta, Sharon y Lindsay me consiguieron un "acompañante". Su nombre era "Dan". No era para nada feo, hasta puedo decir que me resultó atractivo. Tenía el cabello café moca, ojos verdes y labios gruesos. Era de tez bronceada natural (resulta que surfea) y unos dientes muy blancos. Era bastante tímido conmigo, pero no le presté nada de atención porque a) era ya la una de la mañana y me moría de el sueño b) Me pareció aburrido c) No hablaba mucho. Tomó mi número y nos fuimos en ese momento, porque aparentemente todos estában preocupados por mi.

-¿Tomaste algo de alguien más?- Me había preguntado Sharon.

-No.- Había respondido yo.

-¿Segura? Pareces algo...- Me había dicho Jorge.

-Segura.- Dije yo.

-Bueno, de todos modos nos vamos ahora.- Dijo Thomas, quien iva al volante.

Me levanté de mi cama a eso de las diez de la mañana, y no desayuné. Me fuí directo a la ducha. Me duché, lavándome toda la pereza. Salí de la bañera, y me envolví en una toalla. Esuché una melodía proveniente de mi mesa de noche, y me dí cuenta que era mi teléfono. "Niall." Pensé, con una pizca de esperanza, intentando no sonreír. 

Pero me invadió un sentimiento de desilusión cuándo en la pantalla apareció un número desconocido. Arrastré el símbolo del teléfono al color verde, y, con desconfianza, me coloqué el aparato en mi oreja.

-¿Hola?

-Hola.- Dijo una voz tranquila.

-¿Quién...? ¿Quién habla?- Dije.

-¿_____, verdad? Soy yo, Dan.- "Dan..." Revolví entre mis pensamientos. "Ah, Dan."

-Hola, Dan.

-Hola.

-¿Qué se te ofrece?

-Pues... ayer no pudimos hablar bien en la fiesta, y... se me ocurrió que... si tu querías... tomar un café o algo por ahí conmigo. No tiene que ser un café, podemos ir a comer, si eso quieres. O sólo a caminar, si así lo prefieres.

-Ah... bueno....- Dije, titubeando. No tengo nada que hacer, y este tipo me llama para tomar un café o algo. Podría ser un asesino en serie. -¿No eres un asesino en serie, verdad?

-... No...

-Bien, te creo. ¿A que hora?

-¿A las once?

-¿En una hora? ahem... está bien, ¿Te parece el café de Oak Street?

-Me parece perfecto.

-Bien. Te veo ahí a las once

-Bien. Hasta entonces, Dan.

Colgué el teléfono. Perfecto, Ahora tenía que arreglarme para una cita.

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Llegue al Startbuks a eso de las once de la mañana, y en una de las mesas, divisé a Dan. 

Me acerqué a su mesa, y todavía no había notado mi prescencia, hasta que arrastré la silla de el asiento de adelante. Levantó la mirada, y me encontré mirando fijamente a sus ojos verdes.

-Hola.- Dijo.

-Hola.- Le dije yo. Me senté y me hice para adelante.

-Se te ve bien ese vestido.

-Gracias.- Dije. Era un vestido rojo casual, lo usaba sólo porque había demasiado calor.

-Por nada. ¿Cómo estás?

-Bien.- Dije. Al ver que no respondía, opté por decirle algo más. -¿Y tú que tal?

-Bien.

-Uh-huh.

Y se hizo un silencio incómodo. No sabía que hacer, así que me cubrí la cara con el menú. Dios, sí que era guapo. Hice cómo si leía el menú, que no era muy grande pero me cubría mayor parte de la cara. "Café moca, café negro, frappé, ..."

Bajé un poco el menú para ver si Dan estába haciendo algo que yo no hubiese notado, y me sonrojé al notar que su mirada estába posada en mí. Me cubrí inmediatamente la cara con el menú.

-¿Van a ordenar lago?- La mesera entró tan inesperadamente en la escena, que salté de mi lugar. ella me miró exepetante. Bajé el menú, y me pareció notar que Dan también lo había bajado al mismo tiempo.

-Yo...- Dijimos los dos al unísono. Dan me miró, un poco sonrojado.

-Orena tú.- Me dijo

-Ahem... Yo quiero un frappé.

-Yo quiero un cafe frio de vainilla.- Dijo Dan. La mesera asintió, y se fué esquivando las mesas. No podía regresar detrás del menú.

-Entonces...- Dijo Dan.

-Entonces...- Repetí yo.

-En la fiesta no pude hablar mucho, lo siento.

-No te preocupes. Recuerdo que dijiste que te gustába surfear.

-Si, bastante.- "Con razón ese bronceado tan bonito..." -¿Tú que haces en tu tiempo libre?

-Yo...- Dije, rebuscando en mis pensamientos. ¿Que hago con mi vida, la verdad? Respondí lo más sincera que pude.

-Leer y estudiar.- Dije. Dan me miró sorprendido.

-¿No vas a fiestas?

-No...

-Si te digo la verdad...- Dijo, desviando la mirada. -...Yo tampoco. Era mi primera fiesta.- Lo miré con los ojos abiertos de par en par.

-No te creo. Eres surfista. Debes ir a fiestas todo el tiempo.

-¿Eso crees? - Río. -La verdad no... Me gusta quedarme a estudiar, y realmente no me atraen las fiestas, quiero graduarme con honores, y para eso debo estudiar mucho.

-Wow. Esa es... esa es justa mi mentalidad.- Dije, inclinándome hacia adelante. -¿En qué año vas?

-Voy en segundo año. Aquí, en la universidad de la ciudad.

-¿Sí? ¡Yo también voy a esa universidad! Voy en primero...

-Para serte sincero, ya te había visto por ahí.

-¿Enserio? Me parece que a mi también... Estoy en química farmacéutica.

-¿Si? Yo voy para Biólogo Marino. El mar es... es cómo mi vida.

-Wow. -Dije suspirando. Sentí una vibración en mi bolsillo, pero no sentía ganas de contestar. -¿Te gusta mucho, no?

-Si... ¿Sabes? De pequeño acostumbraba a ver el mar con mi padre. Teníamos una casa en la playa, el fué quién me enseñó a surfear... Veíamos desde el amanecer hasta el atardecer, era un lugar precioso.

-Apuesto a que está muy orgulloso de tí.

-Lo estaría si siguera con vida... Vivo con mis abuelos, ellos son los que pagan mis estudios.

-Oh, lo siento. - Dije. Las vibraciones en mi bolsillo no cesaban, así que decidí cambiar el modo a "silencio".

-Cuéntame más.- Dije, sumergiéndome en los misterios que podrían acarrear sus ojos verdes.

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-Narra Niall-


Luego de otros seis timbres, la contestadora me mandó al buzón de voz.

Colgué, no le dejaría ni un mensaje.

Since you Left. #2 (Niall & Tú) {Pausada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora