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La gélida roca frente a él es la que ahora lleva escrita el nombre de su amor, le acaricia gentilmente, como si el roce pudiera llegar a donde fuera que él estuviese, se le escapa una oración, dos palabras que su culpa son.

"Lo lamento"

Fue entonces cuando finalmente lo entendió, todo el amor que aquel rubio le entregó y no vió ni valoró. Cómo a pesar de su mal estado le seguía sin dudar, sin titubear inclusive en las noches más oscuras, ahora comprendió, siempre fue su prioridad, fue entonces que se rebelo todo frente a sus ojos, las heridas, las peleas, las caídas, el sacrificio, no fue más por su deber de héroe, sino, para ser su héroe.

Cómo a pesar de sus complicadas vidas, siempre encontrase el tiempo y los momentos para estar y compartir, para entregarse. Mientras que él solo giraba alrededor de sus preocupaciones, dejándole siempre en segundo lugar, abandonado.

Recordandole aun con tristeza aquella última discusión, esa última vez que pudo verle, y pudo verse en aquellos hermosos ojos plagados de dolor. Siendo tan hiriente la culpa, al causarle esa agonía. Sumido en arrepentimiento, habiendolo entendido tarde, si tan solo hubiera... si yo hubiera... yo... esa noche pudo terminar diferente.

Aquella imagen de la taza destrozada impactó en su memoria, cómo en su egoísmo, un descuido permitió que algo que pareciera no tan importante fuese tan desgarrador. Y en su recuerdo en silencio los dos, viendo la tristeza de su amado, su única preocupación era limpiar un desastre que pareciera menor, .

Ha caído arrodillado y destrozado ahora frente una fría lápida, las lágrimas brotaron sin querer, sus ojos se nublaban de dolor mientras que su voz rota hacia un esfuerzo por salir

"¿Por qué no fui capaz de ver lo que hacías por mi?"

"¿Acaso existió algún momento donde no pensaras en mi?"

"el olor... tu olor se ha ido, tu comida, añorar puede quedarse corto, jamás te agradecí, jamas te demostré lo que significaba para mi. Verte ahí metido en la cocina, cantando y cocinando, canciones que ahora extraño, eran cursis pero eran tus canciones."

"¡¿Como pude ser tan ciego?! Aun siendo el desastre de persona que represento permaneciste a mi lado, decidiste quedarte amándome aun sabiendo que yo no sabría como hacerlo"

Su garganta guardaba una voz resquebrajada, sus ojos mostraban una mirada rota, nada se comparaba al vacío indescriptible que carcomía y crecía en su interior, agigantandose con cada lagrima.

"No estuve para ti y nunca te di el tiempo de mi, me necesitaste y no supe estar ahí, nunca entendí como tratarte, valorarte... ahora ya no estas... me doy cuenta tarde que eras mi mundo y ahora todo lo que queda ya no importa, ya no se como seguir, ya no se que hacer, no puedo dejar de sentir, porque ahora guardo estos te amo que ya nunca te podre decir. Ahora los momentos, tus momentos son recuerdos que no podré dejar ir, ahora jamás podré demostrarte que solo fui feliz cuando estuve contigo. ¡Cuanta estupidez, cuanto egoísmo! Te amo... te amo tanto... te extraño y no puedo cambiarlo, no soy tan fuerte si tu no estas, ahora mi único deseo mientras divago en esta vida, es que mis palabras puedan alcanzarte, que puedas sentirme en cualquier lugar donde estés, así como al fin yo te siento ahora"

Sin importar cuantas veces la mirase, sabía que el nombre tallado en la piedra jamas cambiaría, que no habría vuelta atrás y con dolor le dedicó una dulce sonrisa.

"Se que es muy tarde para decir esto, pero siempre estaré contigo así que espera por mí"

Far AwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora