Metamorfosis

3.

Una madrugada de septiembre.

Mi peor pesadilla se estaba haciendo realidad.

Mis padres estaban en tramites de divorcio.

-Aquello no estaba ocurriendo- me repetía constantemente, me abofeteaba para intentar despertarme. Esto es una pesadilla. Estoy dormida-pensé.

Pero no. Estaba pasando.

Mis lágrimas recorrían mis mejillas y caían sobre el contrato que había destrozado mi vida en milésimas de segundo.

Corrí hacía el salón con aquello en las manos para pedirle explicaciones a mi madre. Se asustó al verme con aquello que tanto había intentado ocultarme.

No supo como reaccionar. Me sentó a su lado. Me tranquilizó y llamó a mi padre por Skype para mantener la charla más intensa de mi vida.

Después de horas llorando. Mi padre había colgado y mi madre se disponía a hacerme una manzanilla.

Mi mostraba intranquila y con muchas preguntas sin respuestas.