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– ¿Pansy, podemos ir a la playa?– pregunta Scorpius. Pansy da un brinco y gira para encontrarse a Scorpius jugando con sus dedos – ¿Qué pasa?– vuelve a preguntar y hace una mueca al ver el rostro tenso de su madrina.

Pansy niega y sonríe.

–Nada cariño. Y por supuesto que podemos ir. ¿Estás listo?– pregunta ella con el fin de cambiar el tema y centrar los pensamientos del niño en la playa. Scorpius asiente varias veces y le devuelve la sonrisa. –Déjame que te ponga un hechizo protector. No quiero que termines rojo como un tomate– bromea y Scorpius ríe. Ella apunta al niño con su varita y murmura el hechizo. –Ahora, vámonos– indica apremiante. Sintió prisa de sacar a su ahijado un rato de la casa.

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– ¿Quienes son ustedes?– inquiere Roger Davies al hombre capturado. Davies fue nombrado por Harry dos años atrás como el encargado en la logística del cuartel de Aurores. Quien planearía los asaltos y las defensas contra ataques terroristas.

Harry observa al desconocido abrir los labios pero no emite palabra alguna.

–Voy a volver a preguntar. Y quiero una respuesta ¿Quiénes son ustedes?

El hombre los mira atentamente y en su rostro se forma con lentitud una sonrisa.

–Traigan el suero– indica Harry a dos aurores. Su paciencia empezaba a agotarse y aquel hombre lo sabía. Los hombros del hombre temblaban y solo su risa se escuchaba en la pequeña sala de interrogatorios. Segundos después llegan ambos subordinados que fueron encomendados en la búsqueda de la poción. Uno de ellos le extiende la mano y Harry agarra con firmeza el pequeño frasco. Lo alza a la vista del capturado y este deja de reír. Sus ojos se amplían.

–Sólo necesitamos unas gotas. Después escupirás todo– le informa Harry.

– ¿Quiénes son ustedes?– inquiere una vez más Roger, luego de que a la fuerza sus hombres obligaran a que el aprehendido tragara la poción, Veritaserum.

–Somos Los Restauradores– contesta. Alza el rostro y cuadra los hombros, con orgullo, como si el atentar contra la sociedad y provocar la muerte de dos inocentes, no fuera un acto grave y penable.

– ¿Por qué haces esto? ¿Cuántos son? ¿Y quién está a cargo?– dispara las preguntas Davies.

Harry observa que la sonrisa del hombre se ensancha. Y cuando abre la boca para responder, obligado por la poción, empieza a temblar. Primero leve, después incontrolable. Sus ojos se abren, como si quisieran salirse de ambas cuencas y espuma empieza a salir de su boca, a borbotones. Finalmente se queda inmóvil. Sus ojos dados vuelta.

– ¡Murió!– se oye a alguien exclamar.

Roger le devuelve la mirada a su jefe, con el semblante serio y vuelve a mirar al cuerpo inerte.

–Tenía algún tipo de maldición encima. Muere en el acto si administra algún tipo de información o si llega a cometer traición. Es obvio que quien esté tras esto, es una persona precavida– suministra.

– ¿Estaba familiarizado con alguien? ¿Alguna conexión?– pregunta Harry. Sus ojos recorren el hilo de saliva que empezaba a humedecer las túnicas del cuerpo.

–En Azkaban, señor– interviene otro auror. Harry asiente.

–Tendremos que hacer un viaje– anuncia dirigiéndose a Davies.

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N/A: ¿Me dan amor? ;u;

Un nuevo capítulo en compensación por no haber subido más durante este mes. ¿Que les pareció? ¿Tienen dudas? ¿La historia no es confusa? háganme saber sus opiniones. Esto es todo por ahora. ¡Nos estaremos viendo en la próxima semana!

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⏰ Última actualización: Apr 28, 2019 ⏰

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