Del amor y otros asuntos inconclusos

ella se llama osadía

En medio de nuestra caótica imperfección, somos un hermoso desastre. No eres solo carne y hueso, eres sonrisa, caricia, mirada. Eres luz y oscuridad. 

Eres recuerdo presente, desapego, espectativa incredulidad, sobria locura, coqueteo, rima, ternura, perspectiva, inconformismo y complejidad. Eres divergencia, eres respuesta y eres secreto.

Eres la burla a la melancolía del destino, Eres caída y cicatriz, eres impulso lucha y triunfo. Un fuego con mil espectadores, una llama chispeante, la primera línea en el libro de una persona, así como la última en el de alguien más. Eres todas las canciones, todos los bailes. Eres un arte que no se quiere definir, eres paz, eres la tranquilidad que se siente cuando uno mira el atardecer.

Eres las estrellas del cielo abovedado, eres aroma, adjetivo y verbo. Eres sabor e ingenio. Eres anatomía y astronomía,  alegría desbordada, eres lo maravilloso de lo cotidiano. Eres lluvia en la boca de un volcán, eres el vértigo a dejar salir a volar un sueño embotellado, eres teoría, canción de fondo en el elevador, eres ese bouquet de flores que cualquiera quiere en su casa.

Eres la guerra perpetua entre lo que sueñas y la fortaleza para hacerlo real. Eres plétora, poesía, prosa, sinalefa de Bécquer, eres el epíteto de todo lo que escriben los poetas. Eres sátira de Molière a un estado vagabundo. Eres la noche que conspira a nuestro favor. Eres antítesis a la desesperanza. Eres alegoría bohemia a la dulce amargura de vivir.

*este escrito es para el amor de mi vida. esta incompleto, me falta toda una vida para terminarlo, conforme cada día descubra otra maravillosidad de esa mujer.