• UNO •

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Aquella mañana de lunes los chicos parecían hastiados, sumando el hecho de que era lunes y nadie quería hacer misión alguna, entre las chicas había comenzado una popular moda de lectura de cartas.

Mitsuki no tenía idea de nada hasta que se encontró con Boruto en el restaurante donde usualmente el rubio comía sus hamburguesas picosas, se sentó frente a él y comenzó a escuchar las quejas de su compañero.

— Entonces Chouchou me quito mis galletas solo porque esa tal anciana adivinadora le dijo que su futuro novio podía ser tan dulce como las galletas, ¡Eso es estúpido! — Boruto golpeó la mesa.

— Los demás también deben estar pasando por la misma situación — El de pelo celeste recordó ver cómo Inojin corría de la misma hermana de Boruto esperando que Shikadai lo salvará. Claro que Mitsuki no se quiso involucrar.

— Hey, chicos... — Saludo Sarada sentándose al lado del hijo del Hokage quien sólo dio una mordida a su hamburguesa molesto. — Por tu cara puedo ver qué andas muy molesto.

— ¡Claro que sí! ¡Ese estúpido juego de cartas anda volviendo locas a todas las chicas! — Mitsuki se mantuvo callado viendo como Sarada y Boruto comenzaban a discutir.

— Sabes... Yo aún no estoy loca. — Gruñó la azabache y el rubio hizo un gesto de desinterés.

— Es porque tú no eres una chic— No pudo terminar la oración pues había sido golpeado por el puño de Sarada sonrojada. — ¿¡Q-Qué rayos te pasa!?

— Estoy tan molesta como tú por ese tonto juego de cartas, pero no es para desquitarse con la gente, ¿No es así, Mitsuki? — La chica por fin le dirigió la palabra a su otro compañero quien sólo ladeó la cabeza.

— ¿Juego de cartas? ¿Cómo cual? — Ignoro por completo la pregunta de su amiga, sus ojos ámbar brillaron al escuchar un juego de cartas desconocido para él.

— ¡Llevo hablándote de el toda la mañana! — Boruto casi escupe su hamburguesa.

— Pensé que te quejabas de tus galletas robadas y de cómo Sumire-san a intentado coquetear contigo. — Sarada al lado de Boruto se sorprendió y vio como el mismo rubio se coloreaba de rojo. Mitsuki no entendió, pero quería saber más de aquel juego. — Entonces... ¿El juego es real?

Los juegos de cartas siempre le llamaron la atención, era tan azar que ni él podía predecir que pasaría sino hasta tener habilidades y poder durar en un juego, su hermano le había enseñado y junto con los demás que ayudaron a su invención siempre apostaba.

Esperaba que aquel juego de moda fuera algo parecido o que superara sus expectativas.

Y por ello Sarada termino debatiendo con Boruto sobre los pros y contras de la adivinación, después de todo ella tenía el byacugan como su padre. Todo mientras caminaban hacia aquel puesto de la supuesta bruja.

Mitsuki se sorprendió cuando vio que había algo de fila, decidió que aquello simplemente no era lo suyo y se quedó por un lado de esta siguiendo a Sarada quien al parecer quería una lectura para demostrar cuánta mentira había en dichas cartas.

Boruto se quedó de prueba y Mitsuki lo acompañó.

— ¿Y qué rayos es eso de Sumire-san? — Pregunto Sarada mientras avanzaba un paso en la fila y era seguido por su equipo. La chica parecía irritada, Boruto avergonzado y Mitsuki seguía sin comprender el porque la importancia del tema de Sumire.

Desde un inicio supo que se trataba de 'amor' y por eso no comprendía, sí bien había encontrado su propia voluntad, el amor estaba muy lejos de su capacidad de entendimiento al igual que varias emociones, pero aún así disfrutaba ver las reacciones de su amigo rubio quien parecía evadir aquel tema por más que él mismo Mitsuki tratará de comprenderlo, supo que no podía contar con Boruto para aprender de amor.

Dio un paso más en la fila siguiendo a sus compañeros que seguían peleando.

C•A•R•T•A•S [BoruMitsu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora