Uno

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El asfalto estaba frío, congelado al parecer para muchas personas, no podía negar que así era, pues era invierno.

Una vez que la piel de mis pies descalzos tocaron el congelado asfalto, estire mis brazos, cerre los ojos y eleve mi cabeza inhalando el aire fresco, el cuál llevaba tiempo sin respirar tan claramente.

Allí me encontraba, parada en el medio de la gran avenida que habia frente a mi casa inhalando y exhalando aquel aire tan fresco y puro que otorgaba el frío invierno, eran exactamente las tres y cuarenta y tres de la madrugada, se encontraban todos durmiendo por lo tanto, no había nadie en la calle ni tampoco rondaba ningun auto, más que algunos amigables perros callejeros.

Termine de cruzar aquella gran avenida parando en el cordón de la vereda del frente sentándome en el con mis tennis y un par de medias en mis manos que habia tomado y puesto en la mochila antes de salir de aquella horrenda casa, colocandolos a cada uno en sus respectivos lugares.
Me paré y me observé esbozando una pequeña sonrisa sin mostrar mis dientes, me veia bien con aquellos tenis, con aquel jean azul y aquel buzo negro, holgados ambos, o al menos eso pensaba.

Comenze mi camino sin rumbo, no había pensado en donde iría luego de salir de aquel lugar. Bien, piénsalo ¿quien pensaría un lugar en específico para ir luego de salir de el gran tormento de su vida?, al menos yo no lo hice, tampoco tenia lugar.

Caminé y caminé sin rumbo, derecho sin siquiera doblar una sola cuadra escuchando el ruido de mi valija provenientes de las ruedas de ésta, y cuando sali de mis pensamientos, observé el lugar, me encontraba en uno de esos lugares en los que van los autos a cargar ese liquido con un olor característicamente fuerte, nafta, para que estos arranquen.

¿Como era el nombre de ese lugar?.

Mire alrededor mio girando sobre mi propio lugar encontrándome con un cartel que decía 'Estacionamiento De Servicio 24hs.' , luces, comida, asientos vacios en aquel pequeño mercado lleno de comida chatarra y dulces.
Se me antojaba algun café, el cual no tenia ni la más minima idea de como sabía aquella famosa bebida la cual tomaba todo el mundo y una media luna, las cuales preparaba cada mañana y a la hora que se les ocurriera a los habitantes de la respectiva casa de la cual acababa de salir hace unas cuadras atrás.

Unas luces iluminaron mi cuerpo sorprendiendome llevando mi vista hacia aquella brillante luz sin poder observar bien lo que habia detras de esta, una bocina se escucho varias veces, indicandome que me corra antes de que me pasara por arriba.

Me corri de su camino, y este entro a cargar aquel liquido de olor fuerte, nafta por dios, me acerqué a aquel auto bonito característicamente negro de la parte del conductor, golpee con mis pequeñas manos con delicadeza aquella ventana obteniendo que se bajara y así poder ver la cara del conductor más claramente.
Castaño oscuro, ojos razgados, labios gruesos, vestido con un pantalon color beige al igual que la campera que llevaba sobre un buzo azul.

─Siento averme cruzado, lo siento.─ me disculpe dos veces en un pequeño hilo de voz muy timida.

Aquel Joven conductor me miro con una mirada muy suave y me respondió.

─No tienes que disculparte, fue un error, igualmente gracias por la amabilidad.

Esboze una pequeña sonrisa dandole un vistazo a su cara y el seguía observando la mia. El se veía serio pero muy amable.
Hice una pequeña reverencia y me di media vuelta para ir directo a ese pequeño mercado y comprar lo que tenia en mente.
En el último vistazo que le di a su cara, llevaba una sonrisa muy bonita en ella mostrando sus perfectos y blancos dientes acompañados de unos bonitos hoyuelos.

Entre a aquel lugar muy bien iluminado y limpio, observé a la chica detras del mostrador y le pedi un café con dos medias lunas, amablemente, ella tomo un pequeño vaso blanco que habia al lado de una máquina y lo lleno con café, de un pequeño microondas saco dos medias lunas y me lo entrego, le pague y me sente en una de las mesas vacías mirando interesada el televisor que estaba colgado en la pared donde emitía las notícias que habian pasado en el dia. A pesar de ser casi las cuatro de la mañana.
Una presencia que vi de reojo no muy claramente se sentó en frente mio y me hablo como si nos conocieramos desde toda la vida.

─Hola─ dijo con un cafe en sus grandes manos apoyando las dos medias lunas al frente de las mias. ¿Me estaba persiguiendo?.

Yo observé sus manos y dirigí mi vista hacia su rostro, el cual portaba la misma sonrisa que habia visto antes de alejarme de aquel auto.

─Hola...─dije en un pequeño susurro tratando de ignorar su presencia, era muy timida sacando de lado de que no sabia como andar en las calles a solas y debia desconfíar de todo y de todos.

─Asi que... ¿Te gusta el café con medias lunas?.─ pregunto bebiendo un sorbo de café pegando la vista al televisor al igual que yo

No sabia si contestar o no, pero esa amabilidad que me habian impuesto a través de los años me estaba gritando que contestara por respeto.

─Es mi primera vez probándolos a ambos.

Me miro con los ojos como platos, no sabía donde meterme, me sentía avergonzada por tener tan poca experiencia hasta para tomar un vaso de café con medias lunas.

─¿Te gusta?

Esa pregunta me la hice yo tambien, ¿Me gustaba?, sí, si me gustaban ambas cosas, se sentia como un vicio muy dulce, la cafeina era tan intensa y el dulce de las medias lunas era adictivo.

─Sí, ¿y a ti?─me atreví a preguntar mirándolo fijamente.

─Me gusta mucho. Pero tu timida sonrisa aún más.─ Escupió.

─Disculpa ¿que has dicho?.─ habia escuchado a la perfeccion, pero necesitaba una confirmación.

─Dije que me gusta el café con medias lunas, y aún más tu timida sonrisa.─ repitió firme.

Nadie me habia alagado o elogiado alguna vez, eso... esto ¿estaba mal?.

─¿Sueles elogiar a las personas a menudo?─ pregunté curiosa. Algo me decia que no tendré un buen fin si sigo hablando con alguien que acabo de conocer.

─No.─ dijo mirando su café revolviendolo con la pequeña cuchara de plastico que tenia, ¿porque yo no tenia una de esas?.

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Si sigo viva o me maten plzEspero que les guste porque la escribí hace mucho y me gusto bastante la idea

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Si sigo viva o me maten plz
Espero que les guste porque la escribí hace mucho y me gusto bastante la idea.
A medida que vallan leyendo van a descubrir la personalidad tanto como la de Nam como la de nuestra protagonista.
Van a descubrir el pasado de ambos y prometo que las sorprendere.
Las amo y gracias por la espera de todo.
No se olviden de comentar, libremente cualquier cosa.

Inefable • Kim NamJoon • |BTS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora