Esa noche

La invitación.

Mi historia comienza siendo un día miércoles, día de trabajo claramente.

Primero que todo, contarles un poco de mi para armarles un contexto.

Soy mujer y no diré mi nombre real, ni el de nadie que haya participado de la historia, pero usaré el nombre de Emilia. Tengo 18 años y estoy en otro país trabajando.

Este día comenzó como cualquier otro día laboral, haciendo lo mismo de siempre hasta que llegara la hora de colación.

Una chica agradable y que hasta el momento resulta una gran amiga, Samantha, se acerca y me cuenta que pasó un momento totalmente desagradable con su jefa.

Continuamos conversando sobre temas al azar, hasta que llega a nosotras un chico, también extranjero, que nos ha brindado su ayuda para muchos asuntos del trabajo, su nombre es Rodrigo, latino, al igual que Samantha y yo. Ella le cuenta lo ocurrido con su jefa, porque al parecer quedó realmente afectada por eso, y Rodrigo le contesta dándole una solución a toda esa rabia que ella contenía: "Vamos a beber unas cervezas, conozco un lugar muy bueno ¿les gustaría ir?"

Nosotras de inmediato, como si de un coro se tratara, contestamos que sí.

Entonces, la invitación estaba hecha, saldríamos a este bar luego del trabajo.

Pero si hubiera sabido lo ocurriría después, tal vez habría dicho que no.

Y digo tal vez, pues porque, aunque me cuestione demasiado lo que sucedió y me repita que lo que hice no fue correcto; me gustó, y existe esa pequeña probabilidad, que al pensarla tanto se convierte en una gran probabilidad de querer volver hacerlo. Y no hacerlo borracha, sino que en todos mis sentidos.