Alzar.

7 0 0
                                    

Después de romper un vaso, uno siempre queda con el miedo de que el próximo que coja vuelva a resbalarse.

El miedo no es malo, solo él nos hace sentir vivos.

Pero hay que saber distinguir un vaso roto, de uno que merece la pena agarrar fuerte.

(Des)Cosidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora