❝ Luego de una larga relación todo llega a su fin , hay veces que no todo tiene un buen final, en este caso Hoseok decide escribir cartas para que Hyungwon no se olvide de él. ❞
✧
historia corta
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Hola! Siempre que estabas aburrido hacías que te cuente un cuento, o cantar una canción. Hazme un favor en este momento, desbloquea tu celular y pon "Seesaw" mientras lees este cuento. ¿Podre esta vez empezar con Había una vez? Lo haré.
🐚
Había una vez una hada, con una ala rota. Esta misma tenía el don de hacer reír a la gente sin importar como estuviera su ánimo, pero con un ala rota no podía hacerlo.
No solo quería sanarse para sentirse mejor con ella misma, si no que debía ayudar.
Había un niño que estaba muy triste consigo mismo, se sentía feo, que no agradaba. Como muy baja autoestima, y esta hada no podía hacer nada al respecto.
Le habían dado el aviso de que si se rompia mas su ala quedaría en el sector de mantenimiento y ya no ayudaría a las personas, y eso era lo que menos quería.
Lucho e hizo todo lo posible para sanar pero no podía por más que quisiera.
No le quedaba otra cosa que pedirle a las demás hadas, pero no resultó como querían. Solo criticaron y la echaron del departamento donde fue humillada más de una vez.
Como ya te debes de imaginar, a las hadas no la dejaban hablar con humanos, era imposible en aquella época, entonces la hada decidió romper las reglas. Debía poner a ese niño feliz y no lo estaba consiguiendo.
Bajo a la tierra, asustada y con miedo, pero otro remedio no tenía. Busco la casa de aquel niño, cruzando por un montón de casas, le costaba volar y más en un lugar así, sumandole que había muchísimo viento, era peor.
Llegó a la casa de ese chico, y entró por la ventana, él se encontraba acostado en su cama llorando y eso hizo que la hada se sienta peor de lo que ya lo estaba.
Lentamente fue hacia el velador del niño y prendió la luz, causando un gran susto al chico, eso no le importo mucho y siguió con su plan, lentamente se posiciono delante de la lámpara y empezó hacer señas.
En la pared se reflejaba su figura, su linda y triste figura. El niño por un momento rió y luego se volvió a asustar.
-¿Eso.. eso es una ha-hada?
Esta misma le respondió asintiendo y el niño tapo su boca formando un grito.
-¿En serio eres real?.-La hada volvió a asentir.-¿Que haces aqui?
La hada le hizo seña a su ala rota.
-¿Es.. es por mi?-Aquel niño tembló y la hada negó varias veces.-Oh.. ¿No puedes volar?
La hada le hizo señas de llanto y el niño comprendió al segundo.
-¿Es por que estoy triste?.-La hada asintió repentinas veces.-Es que.. me siento feo, gordo, nadie me escucha, y no se como cambiar eso.
La hada inmediatamente sonrió, mostrando su sonrisa al niño.
-Puedo sonreír pero sería fingir, y a mi no me gusta ni fingir ni mentir.-La hada se cruzó de brazos pensando.
¡Oh! Se le había ocurrido una idea a la pequeña hadita, hacerle muecas raras, el niño no se resistiría a sus caras.
Y así paso, el niño no dudo ni un segundo en reírse, su risa se escuchaba por todo el vecindario, la ala de la hada inmediatamente se recuperó, volviendo a tener sus alas perfectas de color azul agua.
-¡Oh! Me encantan tus alas.. entonces, ¿ya debes irte verdad?.-La hada asintió.- Me hiciste sentir bien, muchas gracias linda hadita, fue un gusto conocerte, no olvides volver a visitarme. ¿Si?- La hada volvió a sonreír mientras asentía.
Había cumplido con su trabajo y su ala fue completamente sanada, así como el niño volvió a sonreír una vez más, ella también estaba feliz.
