El príncipe

16 1 0
                                    


Lo que odiaba Phichit, eran los aeropuertos, eran ruidosos y le daba terror que sus maletas se perdieran  tal vez era por la ansiedad de ver a su padre, además estaba en  el aeropuerto de su amada tierra, sinónimo de mar de gente en donde uno podía perderse, así como el famoso dicho de Bangkok " si te pierdes en Bangkok, la ciudad te tragó". Se sacó una selfie y abrió el instagram para poder actualizarse, pudo ver que Yuuri y Viktor estaban en su luna de miel en Asturias, disfrutando de un hermoso día soleado, Otabek tenía una foto de Yuri dormido a su lado. Lucían ten hermosos así juntos, luego vio otra foto. 


Clark Lowell el famoso modelo el cual seguía desde el inicio de su carrera, era un chico guapo, de ojos azules profundos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Clark Lowell el famoso modelo el cual seguía desde el inicio de su carrera, era un chico guapo, de ojos azules profundos. Pero el no tenía la suerte de Yuuri, quizás ni siquiera conozca a tal semental en su vida. No pudo evitar suspirar al ver la última foto, anunciaba que estaba en el continente por un proyecto de hoteles, una de esas campañas típicas del sudeste asiático, !eso era bueno! podría skaltearlo por insta y seguir su feed para poder cogerlo en algún lugar... !que ridículo! Pichit... ¿Pero como Yuuri? Nikiforov llegó a la puerta de SU casa literalmente y desnudo,  Que suertudo era su amigo. Pichit sentía que todo lo bueno que le pasa a Yuuri se lo merecía, luego de tanto esfuerzo en su vida, luchar ante las adversidades incluso hasta de él mismo. Pero volviendo a la realidad, Clark Lowell era un hombre hermoso y muy atractivo. Ojala pudiera conocerlo. 

- !Al fin estás en casa! - sintió el grito de su padre quien corría hacia él. Extremadamente glamoroso, con unos zapatos de tacón alto los cuales no eran impedimento para su marcha frenética para abrazar a su pequeña flor de loto.

- Padre, me viste la semana pasada- Pichit abrazó a su padre con fuerza, de igual manera extrañaba el aroma dulce e inconfundible de su padre. El marqués mas hermoso de toda Tailandia- como siempre , cuidando bien de mi padre, gracias Kaflhi - agradeció al guardespaldas del marqués, un hombre alto de cabello platinado y ojos oscuros, desde que tiene memoria ha estado al lado de Ratana, fielmente lo protege de todo el mundo si es necesario. Pichit lo ve como otro padre, es un hombre protector, dulce y amable. Por una parte se quedaba tranquilo por que Ratana tenía la protección de ese enigmático servidor. 

-Príncipe, bienvenido a casa. - Diciendo esto, el guardespaldas tomó fácilmente las maletas del patinador y se dirigió a la limosina que los esperaba. 

El camino a casa fue tranquilo en medio de la ciudad aglomerada de gente apurada, los aromas a curry y condimentos se colaban por la ventana de la limosina. No pudo evitar sonreír a gusto, estaba en casa y aprovecharía de descansar, de ver de nuevo esos paisajes que sólo puede regalar su tierra. De apoco se acercaban al barrio donde residían todas las familias importantes de Tailandia, como cónsules, políticos, marqueses, condes, etc. Nuestro Phichit estaba en casa y se notaba, apenas pisó la tierra su rostro se iluminó, su hogar era una mansión opulenta decorada con hermosos jardines y flores exóticas de todos los colores que existen, pavos reales y leopardos caminaban libres por aquel paraíso terrenal, no dudó dos veces en correr para saludar a sus mascotas.

El príncipeWhere stories live. Discover now