+first love+ yj

05

Cuando es verano, anhelamos el invierno, cuando es invierno, anhelamos el verano.

A Min le parecía absurdo. Por supuesto. Era ridículamente bueno pero era verdad. Parecía algo absurdo que Kim Seokjin estuviera tocando el timbre a su puerta, minutos antes de llevarlo a cenar. ¿Podía permitirse llamarlo cita? Yoongi estaba empezando a sentir como su estómago daba un vuelco, y no sería válido usar la excusa de la operación para quedarse en casa y esconderse bajo las sábanas dentro de su increíblemente cómodo sofá-cama.

Se miró una última vez al espejo antes de tomar las llaves, su pelo era negro, lo había teñido así hace unos días y el cambio no ayudó a boostear su confianza esa noche. Suspiro para sí, cerrando con suavidad la puerta tras él. No había rastro de Kim.

Genial, pensó, se ha cansado de mi.
No he dado nada y ya se aburrió.

Se dio la vuelta sobre el tapete de 'Bienvenidos' y sacó las llaves del bolsillo, su mano un poco temblorosa escogió del llavero la incorrecta. Maldijo en voz baja.

Quería pensar en otra cosa, despejar su mente.
Sintió una respiración en su nuca.

—¡Bu! —dio un respingo, sintiendo la familiaridad de aquella voz.

Demonios, ni siquiera se estaba esforzando por ocultar la tonta sonrisa que se había dibujado en su rostro. Se sentía como un adolescente haciendo algo completamente nuevo.

Y vaya que lo era.

Miro al chico alto frente a él, se paraba con una mano metida en el bolsillo y la otra sostenía algo tras su espalda.

—Pensaste que me había ido sin más, ¿verdad?—esbozó una sonrisa de lado— lo siento, olvidé un pequeño detalle para ti en el coche así que h- —pero Min no le dio tiempo de mostrarle lo que era cuando el chico se sacó la mano vacía del bolsillo, Yoongi se la tomó e hizo una reverencia amable en dirección a Seokjin.

—Muy bien, y-yo, okay, nos vamos. —ambos jóvenes caminaron tomados de la mano al ascensor. Yoongi, con el rubor subiendo a su rostro, y Kim, sosteniendo su mano con dulzura.

Una vez que subieron al coche, fue como despertar de una fantasía en la cual se hubiese sumergido por horas, aunque vastamente fueron unos minutos. Yoongi no estaba seguro de cuál era el siguiente paso, ¿debería dejar ir su mano? Diablos, estaría sudando si pensaba mucho las cosas, entonces el hombre joven y guapo que estaba sentado justo a su lado en el asiento del piloto se daría cuenta de lo mucho que ponía su mundo de cabeza con un roce de manos con las suya.

Mierda Yoongi, por razones cómo estás nunca dejamos el apartamento.

Al final fue el castaño quien rompió el silencio.

—Perdón si te he tomado por sorpresa, deberías haberte visto tu car—pero no alcanzó a terminar. Las palabras se quedaron suspendidas en el momento que Min se acercó peligrosamente a su rostro y junto sus frentes, la punta de su nariz estaba sobre la de Jin, aplanaba sus pómulos con la yema de sus dedos y su aliento chocaba contra sus labios.

Min podía ver la confusión en las pupilas dilatadas del contrario. Pero también había un brillo. Como si de estrellas se tratara. Veía una bola de cristal resplandeciente en sus cuencas, una que amenazaba con predecir su futuro, y en esta solo se veía a él, al castaño y a su piano.

No es muy largo pero comenzare actualizar mas seguido esta novela y las demás también,

Gracias a los que votan, déjenme sus comentarios, quiero saber que opinan,
XX

GUS.