"Y entonces decidiste que es hora. Nadie esta en tu casa, es el momento perfecto. Cuentas con un cuchillo, el mas afilado que encontraste se encuentra delante de tus ojos. Ahora está en tus manos. Antes de terminar con todo, tomas una hoja y buscas una pluma. Comienzas escribiendo palabras y más palabras. Tratas de explicar, disculparte, dices que lo sientes. Las lágrimas caen por tu cara sin parar, cayendo sobre la hoja y manchado algunas palabras. Tu corazón se endurece, ya que no quieres decir adiós a todo lo que más te gusta. Te obligas a ir por el mal camino de esos pensamientos. Es tiempo largarse. La carta está terminada. La leíste y lloras aún más. Dejas la hoja de papel sobre la cama, te sienta en el suelo, está frío. Las lágrimas aún están abajo de tu cara, y esta vez no puedes controlarlas. Ahora tu mente se centra en decidir dónde vas. Dos opciones están en tu mente. Pero decidiste la más común, la más fácil. Levantas la camisa y ves tu vena palpitante. Sonríes, pues irónicamente, pero sonríes. En ese momento, miles de cosas pasan por tu mente. Bajo la idea de dejar de fumar, debido a que no lo harías. La adrenalina que aparecía con frecuencia se había ido. La vena sigue latiendo y es como si evitaras darle un golpe. A pocos segundos más de tensión. Coges el objeto afilado y lo pasas en la muñeca, con todas tus fuerzas. Al principio nada sucedió, pero entonces un dolor palpitante se hace cargo de todo tu cuerpo. Sangre, una cantidad que nunca habías visto. Así que ya sabías que esta vez funcionó. Ese fue el final, sientes que la muerte se acerca y no tienes temor alguno, eso era de esperar. Dices adiós a todos. Y aún con todo ese dolor ardiente sonríes. Sonríes porque sabes que es el fin de todo tu dolor, todo tu sufrimiento. Todo terminaría, era el momento para ser feliz. A pesar de que estabas muy lejos de todo lo que habías soñado. Tus ojos se cierran lentamente, tu alma se separa y dentro de tuyo se acerca un vacío. La sangre deja de fluir. Pero esta historia no termina ahí. Tu madre llega a casa, grita tu nombre. No obtiene respuesta, por supuesto. Entonces va a buscarte. Va directamente a tu habitación. Abre la puerta y grita, esa escena nunca dejaría su mente, el cuerpo de su hija tendido en el suelo, el corte en muñeca, sangre por todo el piso. Entonces llora desesperadamente, te toma en sus brazos y deseando que aún estés viva, pero no lo estas. Con lágrimas en los ojos ella sale corriendo, cuando ni siquiera sabe donde ir. Al día siguiente, la noticia se ha extendido. En tu velorio llegaron muchas personas. La mayoría eran sólo para decir que lo sentían mucho y otra gran parte de ellos eran solo curiosos. Tu mejor amiga entra y ve a tu cuerpo en un ataúd. Gritos y más gritos, un grito sin fin. Tu mejor amigo era un niño "duro" pero ni siquiera él pudo ser fuerte. Un mes paso de tu tragedia, tu madre entró en depresión, ella necesita miles de remedios, pero nada puede llenar ese vacío. Ella intenta ser fuerte, porque tiene que ser así, a pesar de que a menudo colapsa y llora en un rincón. La familia no es lo mismo sin ti. Y pensar que pensaste que no importaría. ¿Recuerdas ese maestro que te trataba bien? Si, despedido. No podía soportar una semana más, también se culpa a sí mismo. Esas chicas que en la escuela te llamaron fea, puta y todo, lloran todos los días, se sienten culpables hasta el último mechón de pelo. Ese chico que te gustaba y te ignoraba es hospitalizado en una clínica para adictos, la culpa era tan grande que se rompió y se inició en el mundo de las drogas, a el le gustabas, pero no se avergonzaría delante de todos. Tu mejor amiga que lloraba y gritaba en tu funeral, se corta cada noche. Tu mejor amigo perdio el sueño y tiene que tomar medicamentos fuertes para llegar a dormir sólo tres horas por noche. Ambos se sienten inmensamente culpables por no poder ayudarte. Tu habitación está todavía allí, la carta todavía en la cama. Tu madre no se atrevió a leerla y aún con todos los recuerdos que esto puede causar, después de este último mes, ella decide entrar en tu habitación. La sangre esta todavía en el suelo, ella todavía puede verte allí tirada, sin vida. Pasa por el charco y se va a la cama, se sienta y llora, coge tu almohada y siente el olor de tu recuerdo, llora aun más. Luego toma la carta, ve las letras borrosas y deduce que son causa de las lágrimas. Se necesita coraje para leer tus últimas palabras. Más lágrimas caen sobre el papel. Ella trata de entenderte. Pero no puede. Señala que todos estaban equivocados acerca de ti. Sobre todo no se dio cuenta lo que estaba sucediendo con su propia hija. Finaliza, deja el papel en la cama. Va hacía a fuera y agarra un cubo de agua. Juega en la habitación y limpia la sangre. Ella no puede dejar de llorar. Pero ella trataría de cumplir lo que tu pediste en la carta, que sigan adelante. Ha pasado un año y las cosas han cambiado mucho. La depresión de tu madre se ha ido. Tu mejor amiga no agarra una cuchilla en meses. Tu mejor amigo duerme bien ahora. La ciudad no se ha olvidado de tu suicidio, pero nadie comenta. Las cosas se ven bien ahora. Un año sin ti, es un año de tristeza, un año de lágrimas. Visitan tu tumba y dejan flores. Ellos te echan de menos y siempre lo harán. Nunca se olvidarán de ti. Desafortunadamente dejaste un lugar vació a cambio de lo sucedido. Pero mientras que tu sufrías en silencio, ellos fingieron que no le importaba nada, ni siquiera se preocuparon demasiado. Fue su error no preocuparse, sí, pero tu dolor fue demasiado lejos".
ESTÁS LEYENDO
bad feels.
RandomÉsta historia(?), no sé si se puede llamar así, sobre frases de tumblr sobre suicide,depressive.... y todas esas cosas que a más de una alguna vez, nos ha afectado.