- Bueno deberíamos ir hacia la mesa la cena ya está lista y si te parece Chris podríamos empezar a hablar sobre tu contrato.
Papá le mostró el camino hacia la sala en donde había una mesa para aproximadamente 10 personas, mi padre se sentó en la cabecera, yo a su derecha y Chris en frente mío.
- Así que Chris, ¿Cómo han tomado tus padres tu decisión de dejarlos y ver otros representantes? – dijo pretendiendo estar tranquilo, aunque tenía los dedos de las manos cruzadas, lo que significa que muere de nervios.
- Como pueden tomarlo… - dijo suspirando - pero tenían que saber de una vez que ellos ya no pueden controlar mi vida y seguir ganando provecho de eso.
- Pero deben extrañarte- respondió dándole una sonrisa diciéndole que entendía este tipo de cosas – Después de todo son tus padres.
- No, solo extrañan el dinero que les proporcionaba – suspiró nuevamente – pero lograron quedarse con una buena parte así que no creo que molesten… por el momento.
Luego de eso cambiaron de tema sobre música, cosa de la que yo no sé demasiado a pesar de haber estado en teatro, comedia musical y coro, la cosa es que ellos hablaban de acústica, guitarras, en qué lugar se puede grabar mejor. Pedían mi opinión a veces a lo que yo trataba de dar una respuesta en la que no parezca por completo una ignorante. Luego de un rato llego la comida… Mi peor pesadilla: ESPAGUETTI. Debería haberle preguntado a Rosa que cenaríamos porque cada vez que comía espagueti terminaba con mi boca cubierta de salsa de tomate. Tendré que comer con sumo cuidado.
Una vez que Rosa nos sirvió los platos tome cuidadosamente los cubiertos y empezó oficialmente la cena. Todos en la mesa dimos el primer mordisco. Dios estaba delicioso, empecé a comer lento y sin sorberlos como acostumbro a hacer para no quedar como una niña de cinco años. Papá y Chris charlaban de más cosas de las normas del contrato que tendría Chris si lo firmara. Iba por la mitad de mi plato cuando su conversación quedo en silencio y ambos me miraban divertidos pero en los ojos de Chris se veía más bien burla hacia mí.
- ¿Qué es lo divertido? – dije irritada ya que estaban por reventar de la risa.
- Nada – dijo papá tratando de disimular su sonrisa y entregándome una servilleta – tan vez te gustaría usar esto… tienes… emm… algo en tu boca-dijo reventando de la risa a lo que Chris lo siguió. Agarre la servilleta con vergüenza y me la pase por la boca para luego mirarla y ver que mi plan para no mancharme no había funcionado ya que había una gran cantidad de salsa roja, luego de limpirarme baje la cabeza para ocultar mi sonrojo.
- Lo siento – dije tratando de sonar despreocupada y encogiéndome de hombros – Tal vez deberías llevarme a una escuela de modales así me enseñan a comer adecuadamente espagueti.
- No, me gusta educar a mis animalitos por mi mismo – dijo con una sonrisa de autosuficiencia a lo que yo le entrecerré los ojos hasta que escuchamos la voz de Rosa llamando a papa en la cocina- Lo siento, vuelvo en un momento.
Oh. No. Me dejo sola con el chico caliente, toda la cena estuve tratando de no mirarlo pero sus ojos azules son hipnóticos ya entiendo porque todos lo ponen en la categoría “Ojos Matadores”. Chris me sonrió a lo que yo le sonreí de vuelta, decidí cortar el silencio que nos invadió.
- Así que Chris…¿Tú escribes tus canciones o hay gente que lo hace por tí?- me gusto su reacción, parece que se impresiono por lo directa que fui, lástima que duró poco. Cambió su expresión por una sonrisa de lado que me estaba matando.