Dark Deception |Luke Hemmings|

Capítulo 1 | Alex

1. Conociendo a todos un poco más

Me siento en la silla junto a mi taburete y pongo música para escuchar con los auriculares, no tengo ganas de hablar y la verdad es que los profesores no saben que existo, al menos nunca me nombran en la lista, nunca me preguntan nada y soy poco notada por todos. He estado ocho años en el mismo instituto y no tengo ningún miserable amigo, tenía una, llamada Alicia, pero descubrí que era de mentira.

Solo una estúpida apuesta.

—Buenos días alumnos, hoy haremos dos actividades. Platicaremos sobre la sexualidad humana, la reproducción, mejor dicho. Y nos conoceremos un poco más, al parecer han habido problemas nuevamente en el curso y me dieron opciones, opté por conocernos más—dice la profesora Albright—¿Quién quiere comenzar?

Nadie alza la mano, así que da por hecho que nadie quiere contestar y decir sus intereses, la maestra revisa el libro buscando a alguien para interrogar, ojalá no sea yo. Lo suplico:—Ian James.

Celebro en mi interior, provocando una mueca en mi rostro—Pues, no es mucho, me gusta jugar soccer, escuchar música y hacer bromas, porque lo encuentro divertido—dice y aplauden, sin incluirme.

—Ashton Irwin—dice la profesora y el chico se para haciendo unos ademanes raros, ruedo mis ojos.

—Me gusta ir a fiestas el Viernes por la noche, jugar fútbol americano, boxear y hacer ejercicio—todos aplauden, en especial la huequita del curso, que seguro es la novia de Ashton Irwin, la profesora también rueda los ojos y masculla:—Luke Hemmings.

Un chico rubio, de ojos azules y bastante delgado, se para, pero no llama la atención de nadie, al igual que yo, presto atención, a veces lo veo, solo que tampoco lo nombran, es como una yo dos, cosa que no quiero:—Me gusta escribir de mis aventuras en una máquina de escribir que tengo, escucho música para relajarme e inspirarme y leo mucho, para dedicarme a la literatura.

—¡Pura mierda!—exclaman algunos chicos de al frente, yo aplaudo, no me importa ser la única, pero me ha encantado lo que ha dicho.

—Muy bien Luke, pasemos al siguiente...—revisa nuevamente el libro—Aleisha McDonald.

—¡Ay, soy yo!—dice una chica chillona, es la misma noviecita de Irwin—Me gusta estar con mi novio, rockear, vestirme con faldas y echarme esmalte de uñas rosado en las uñas, para verme como una verdadera modelo.

—¿Y venderte no es uno de tus pasatiempos?—pregunto lo suficientemente alto para que me escuchen, algunos aplauden, pero no hago nada más que morder mi labio por ser tan idiota.

Nadie habla, porque esperan al siguiente alumno, la profesora frunce el ceño y busca a alguien con la mirada, pero no encuentra a esa persona.

—¿Alexandra Mazza?—me golpeo la frente, nadie me conoce, ya lo he dicho.

—Pues, me gusta escuchar música para encontrarme en el interior de todo este mundo de plásticas y presumidos. Me encanta comer un trozo de chocolate antes de dormir, para endulzar mi noche, también me gusta escribir en mi diario de mis experiencias—mi mirada se desvía a Luke—Y odio que me toquen el cuello, siento como si fueran a ahogarme.

—Lo harán si no te callas—escucho decir a alguien, pero lo ignoro—¡Quizás por eso estás tan gorda!—gritan desde atrás.

Vamos Alex, contrólate, tú no eres así, no buscas peleas, tú eres callada y estás siempre encerrada en tu mundo. Contrólate por favor -me digo mentalmente-

Escondo mi mirada de vergüenza en mi gorra negra de mi chaqueta. Siento miradas posadas en mí y una de ellas es la de Ashton Irwin. Miro mi diario, el que he traído, saco un bolígrafo y me pongo a anotar cosas, cosas como que Irwin es un presumido, Aleisha una puta y Luke un chico solitario, guapo y para admirar.

Es el único chico que he conocido en años que no tiene de pasatiempo jugar soccer, boxear o hacer ejercicio. Es delgado tal como es. Le gusta escribir, leer y escuchar música, tal como yo. Me golpe mentalmente, antes de pararame como idiota saliendo de la sala de clases hacia el baño.

Como de repente me llegaron las ganas de vomitar, las náuseas me invaden lentamente. Abro mi boca y dejo salir lo que hace mucho tiempo no dejaba salir. Hace mucho que no me sentía enferma, sucia, asquerosa.

Joseph debe estar ya tomando en el bar o quizás fue a una licorería para comprarse alcohol, lo importante es que ya no debe molestarme. Ni a mí, ni a mi madrastra.

A ninguna, somos seres humanos, aunque seamos imperfectas, merecemos vivir bien, no como nos mantiene él, a golpes. Sonrío al recordar a mi madre, después de toda esta escena. Mando un mensaje a mi madrastra, que es como la única amiga que tengo.

Hola xdd, qué haces??? me siento mal, podrías venir a buscarme? estoy aburrida y otra vez he tenido problemas, creo que tendré que conversar con Joseph :/

Bloqueo mi celular y lo meto a mi bolsillo, sintiéndolo vibrar, pero no lo veo de nuevo. Necesito sentirme como alguien normal. Salgo de los tocadores de damas y voy rumbo a la cafetería, después de todo, ya ha tocado la campana.

Estoy salvada por la campana. Me da asco hablar de la reproducción, pero igual es un tema del que no me reiría jamás. Me siento a comer un sandwich con una caja de leche, no apetezco otra cosa, realmente no tengo hambre, después de vomitar, yo creo que nadie quiere comer. Y el sandwich solo tiene jamón y queso.

Ni siquiera derretido, como me gusta.

Veo a todos comer acompañados y me da vergüenza ser una de las únicas solas. El otro chico, es Luke Hemmings, que está sentado en la mesa en frente de la mía y me está mirando. Justo ahora, me está mirando con sus ojos azules y tiernos.

Mierda.

Concentro mi mirada esta vez en cualquier parte menos en sus ojos, solo sé que va en mi curso, pero no lo conozco en verdad. Solo sé que es solitario, guapo y no sé si tiene familia, amigos o algo.

Es como mi yo masculino, es como mi hermano desconocido. Sonrío al ver a Aleisha McDonald, tirarle su malteada de chocolate a su noviecito Irwin, nunca pensé que sería capaz de eso. Después de todo, siempre habían estado intercambiando saliba, tocándose debajo de la ropa o andar abrazados besándose el cuello.

Nada interesante. TODO lo que yo NO haría. Nunca le besaría al cuello a alguien, nunca intercambiaría saliba con alguien, jamás, pero bajo ninguna cosa, tocaría a mi pareja por debajo de la ropa.

JAMÁS.