LUNES
"Ni de coña" oí a Borja decir, despertándome con la luz que entró en nuestra habitación cuando abrió la puerta y nos vio a todos dormidos. "¡Iñigo, ven a ver esto!" gritó.
"Joder, Borja" murmuré, atontada por el sueño, sin darme cuenta de que eran las 8 de la mañana y nuestra alarma, que tendría que haber sonado a las 7:30, no lo había hecho
"¡Dios, no! ¡Hoy no!" dijo Iñigo, desesperado al vernos, mientras que yo en esos momentos solo me preguntaba como podía ser posible que Jorge y Abel siguiesen dormidos "¡Los tres, arriba, YA!" gritó, mientras subía nuestra persiana inundando el dormitorio de luz "¡Tenéis 20 minutos para subiros al coche, yo tengo examen a las 9 en la uni y no pienso llegar tarde!"
"¿Pero qué coño? ¿Y la alarma?" dijo Abel, levantándose sobresaltado de su cama
"Se supone que la pone Cata" respondió Jorge, con una voz que indicaba que estaba de muy mal humor
"¡Se supone que la pones tú!" dije, lanzandole mi almohada desde mi cama e impactando justo en su cabeza, haciendo que se girase bruscamente hacia mi y me la arrojase de vuelta con el triple de fuerza
"Gilipollas..." murmuré, pero él ya había salido de la habitaciónNo tenía tiempo para elegir la ropa con mucho cuidado así que escogí un outfit rápido
cogí la ropa y me la llevé a mi baño. Me vestí, me hice un moño desastroso porque no tenía ganas de peinarme y me lavé los dientes. Nunca me los lavo si no he desayunado pero sabía que no me iba a dar tiempo a hacerlo. Me rocié todo el cuerpo con mi colonia de vainilla y salí del baño corriendo. Cogí mi mochila eastpak amarilla y salí corriendo al coche, bajando las escaleras tan rápido que di gracias por no salir volando y cogiendo una barrita de cereales para el recreo. En el coche estábamos todos menos Jorge, que no encontraba su ropa de educación física. Cuando llegó tuvimos la típica pelea por ir en el medio pero, como soy la pequeña, ¿adivináis quién se tuvo que sentar ahí? En fin, lo de siempre.
Nos bajamos del coche en la puerta del insti y corrimos a nuestras clases. Llegué justo cuando mi profesor de matemáticas cerraba la puerta. Dí dos leves toques con los nudillos y metí la cabeza
"¿Se puede?" Pregunté, mientras una pregunta cruzaba mi cabeza: ¿que clase de pelos debía de tener en esos momentos? Entre la carrera de casa al coche y del coche a clase, y teniendo en cuenta que prácticamente ni me había peinado...
Pero mis pensamientos se vieron interrumpidos por el profesor:"Catalina, conoces mis normas, nadie entra en clase detrás de mi. Disfruta de la hora en el pasillo" me respondió, siendo el mismo imbécil de siempre.
"Pero" empecé, sin poder terminar la clase.
"Cierra la puerta al salir" dijo, seriamente, mi profesor, dejándome claro que no tenía ninguna posibilidad de convencerlo. Resoplé y salí, sentándome en el suelo del pasillo y mirando hacia el techo con desesperación.Enterré la cabeza entre mis rodillas y empecé a quedarme dormida, pero juro que no pasaron ni cinco minutos cuando un portazo hizo que me despertase dando un brinco.
"¡Ese tío es un gilipollas!" gritó Bela, mi mejor amiga.
"¡Bels! ¿Que haces aquí fuera?" pregunté, extrañada.
"Me ha echado" dijo ella, sentándose a mi lado.
"¿Por?"
"¿Acaso importa?"
"¿Tenemos algo mejor de lo que hablar?"
"¡Pues sí! El viernes Álvaro, el rubito un curso mayor, hace una cacho fiesta en su casa. Y vamos a ir" me dijo, con su típica sonrisa de mala que le sale cuando está tramando algo.
"¡Ja! ¿Álvaro? ¿El amigo de Abel? ¿Estás loca, o algo?" respondí, soltando una pequeña risilla sarcástica
"¡Es mi vecino! ¡Claro que podemos ir!"
"No se yo, Bela..."
"Por faaaa Cats...!" me suplicó, poniendo ojos de cachorrito abandonado (ya se que dije que Cats solo me lo llamaban mis hermanos, pero Isabela es como la hermana que nunca tuve, así que...)De repente, Abel pasó por delante de nosotras, con una cara de muuuy pocos amigos y una hoja en la mano. De lo furioso que iba, ni se percató de que estábamos ahí.
"¡Abel!" le llamé
"¿Qué?" dijo con agresividad, girándose
"¿Como que qué? ¿Que te pasa?"
"Que me han puesto un puto parte Cat. Pero métete en tus asuntos" respondió, y se giró sin que yo pudiese contestar. Se alejó por el pasillo, y de repente, vi como rompía la hoja del parte. Gran error..."Dios, si hasta cabreado está bueno..." murmuró Bela
"¡Cállate!" exclamé, dándole un pequeño puñetazo (o no tan pequeño) en el brazo
"¡Ay, bruta!" se quejó
"A saber en que lío se ha metido este ahora..."
"A saber"14:35
Salimos del insti y Borja estaba esperando en el aparcamiento, apoyado en su coche, mientras hablaba con sus amigos.
"Me voy Bels, Borja ya está en el coche" le dije a mi amiga
"¿Eres consciente de la envidia que te tengo yo, y medio instituto, por el hecho de que te vayas a montar en el coche con los tíos más cachondos de cada curso? ¡Es que todavía no he superado el hecho de que seas hermana de los Pradera!" dijo ella, mirando a mis hermanos
"Joder tía, me conoces desde que tenemos tres años, ¡hazte a la idea! Eso sí, no vuelvas a decir que son los más guapos de cada curso porque no" respondí, mientras me empezaba a alejar
"¡He dicho cachondos, no guapos!" gritó ella, cuando yo ya estaba lejos, sacando la lengua. Me reí y llegué al cocheSaludé a los amigos de mi hermano y me subí al coche. Jorge ya estaba y Borja fuera hablando con sus amigos, así que solo quedaba Abel. Recordé lo del parte de expulsión que le habían puesto, y empecé a pensar que había podido hacer. Cuando llegó, Borja se despidió de sus amigos y nos fuimos a casa.
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PEQUEÑA DE CINCO
General FictionMe llamo Catalina pero nadie me llama así a menos que estén muy enfadados conmigo. Me llaman Cat o Cats, pero vosotros llamadme Cat, Cats es exclusivos de mis hermanos. ¿No os he hablado de mis cuatro hermanos mayores todavía? Pues mejor empezad a l...