štyri

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Carraspeó mirando a Kai, sus manos entrelazadas entre sí y apretando fuerte por toda la presión que sentía como líder. Estaba a solo unos pasos de él, últimamente todo era raro; a solo dos días del debut tenía tanto miedo de fracasar en algo que estaba insoportable y se desquitaba con los miembros mas dulces. En este caso el maknae Huening kai.

Porque entre los cinco él era el único que intentaba relajarlo, pero le estresaba que fuera así con él. Sus codos en la mesa del camerino se estaban comenzando a poner morados, la cabeza recargada y dejando todo su peso caer en sus manos entrelazadas. Hoy en la mañana el menor se le había acercado a ordenar todas las composiciones que tenían planeadas para después del debut, no obstante, él se había molestado que las moviera y acomodara porque no encontraba nada.

Podía que cuando sitiera esa carga exagerada de responsabilidad fuera todo un desordenado, sin embargo, conocía su desorden y que alguien llegara y lo ordenara le hacía perder su espacio de confort.

Hubiera estado bien que solo se enfureciera y ya. Pero no pudo evitar desquitarse con él de todo lo malo que le había pasado, gritó como un loco, le insultó, menospreció por no ser asiático en un cien por ciento, le dijo cada uno de sus defectos en todo lo que hacía como si fuera una cuenta que tuviera que pagar y como cereza del pastel le dijo que era el menos talentoso en el canto.

Comenzaba a dolerle la forma en que sostenía sus manos, trago saliva al ver como HueninKai se paraba de su lugar para sacar su celular de la mochila. No había medido sus palabras en su momento y actuó como todo un animal. Sin pensar antes de hablar.

Desde su lugar se notaba la forma en que él chico se encogía desde su lugar sonriendo cuando los demás chicos se le acercaban para calmar sus sollozos que aún seguían sonando, si algo se le iba aceptar era que no era ruidoso como otros chicos. El menor no fue con alguien mas a buscar un mínimo, pero existente consuelo, daba la sensación de no necesitar de algo cálido y cómodo para refugiarse; de no ser porque todos escucharon los gritos e insultos del líder nadie se hubiera dado cuenta de lo que Soobin le hizo.

Decir que se sentía mal era mentira, no lo sentía.

Estaba molesto, cansado y tenía dos días durmiendo dos horas nada más por trabajar con los productores y coreógrafos quienes no les importaba que él fuera nuevo. Era un trabajador y tenía que aprender a responder como tal.

¿Con los chicos de BTS fueron así?, no lo podía asegurar porque en esos momentos la empresa estaba a punto de quebrar. O funcionaba o funcionaba no hubo más opciones para nadie.

Ellos habían tenido una responsabilidad muy grande por parte de la empresa, no obstante, ellos estaban peor a su parecer, tenía la presión social del fandom de ellos porque si ya tenían gente que los apoyaba, sumándole la de ser considerados los hermanos menores y como si fuera poco las ventas de la preventa provocaban que se frustrara. ¡Eran chicos intentando divertirse! No iba a ser perfectos y sin que los conocieran había gente que los apoyaba y lo contrario de esto.

Necesitaba un respiro porque ya no podía más.

Con paso lento salió del camerino, ignorando olímpicamente al menor que le miró con la vista desenfocada de tanto contener las lagrimas, sus ojos no dejando a Soobin hasta que saliera completamente de la habitación, cerciorándose de que estuviera bien, seguía importándole, no debería pero lo hacía. 

Eran amigos, quizás no era lo más sano de ambos lados pero era amigos al final del día o al menos eso intentaban.

+×+

"Admítelo una parte por más mínima que sea quiere pedir perdón"Beomgyu buscaba provocarle remordimiento por lo que había hecho, no obstante su líder no parecía prestarle atención más que a su computadora. "Al menos deberías dejar de ignorarlo, ¿sabes son compañeros no solo de grupo?, ¿Qué vas a hacer cuando quiera dormir y sigan enojados?"

Dirty [ Sookai]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora