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Parte Unica.

Era una tarde común en el sombrero de jabalí, con un pequeño rubio se encontraba bebiendo cerveza mientras que platicaba con un alto albino que se encontraba cocinando algo para que desayune, pero aquella platica fue interrumpida por la dulce voz de una albina, que se les acercaba con una pequeña y tierna sonrisa.

—Sr. meliodas, la señorita Merlín lo busca —Le dijo la albina al pequeño rubio.—

—Enserio?, entonces hay que ir a verla, Elizabeth me acompañas? —Le dedica una sonrisa.

—Pero capitán, la taberna se abrirá muy pronto —El albino se acerca al rubio.—

—Cierto, uhm... A ver, a ver, a ver —El rubio pronuncio aquellas palabras de siempre y se puso a pensar que iba hacer—. ¡Ban!, tu te quedaras a cargo de la taberna.

—Capitán, no podre yo solo con la taberna —Dijo seriamente.—

—¿Y quien dijo que lo harás solo?, King te ayudara y es una orden —Dijo el rubio con su típica sonrisa.—

—¿El enano?, ¿y en donde esta? —Dijo Ban en forma de burla.—

—Cierto, ¿y King? —Dijo meliodas buscando al chico mencionado.—

—Esta aquí —Dijo la albina viendo a un castaño dormir.—

—King, hada perezosa, despierta —Dijo este para luego patearlo.—

—¡¿Eh?!, ¡que diablos te pasa estúpido zorro! —Dijo Molesto el castaño.—

—Enano, deja la holgazanería por que hoy me ayudaras con la taberna —Sonríe mostrando su caninos colmillos.—

—¡¿Que?! —Grito.—

—Es una orden, sólo debes ayudara a Ban y ya —El rubio se dirigió a la puerta con la albina.— Y no destruyan nada con sus peleas de siempre.

El rubio salio con la albina y juntos se dirigieron hacia donde se encontraba aquella persona que había mencionado la albina minutos atrás, mientras tanto el albino y el castaño empezaron a preparar todo para abrir el boat hat, el castaño se sentó en una mesa casado.

—Todavía no abrimos y ya estas casado —Dijo con su tono de burla de siempre.—

—Quieres dejarme en paz por un rato —Dijo molesto el castaño.—

—Enano, ten —Le tira unas ropas encima.—

—¿Que es esto? —Dijo tomando las prendas, el castaño noto que era el uniforme de la taberna—. ¿QUE DIABLOS?, No usare eso, jamás, aparte NO soy una chica.

—Oh, vamos~ Sólo es por hoy —Dijo Ban colocándose un mandil.—

—No, no, no, no, NO LO HARÉ —El castaño frunciendo el ceño.—

Minutos después el castaño ya se encontraba usando aquellas prendas con una peluca mientras atendía a los clientes, los cuales se le quedaban viendo o le decían piropos haciendo que el castaño se avergonzara cada vez más y se notaba en sus mejillas la cuales se tornaban levemente rojas.

—Ban... Ya no puedo más —Dijo sonrojado el chico.—

—Sólo faltan unas dos horas para que cerremos —Dijo el albino riéndose de su rostro.—

—¡Ban!, no te rías, tu no eres el que esta usando estas cosas —Dijo furioso el castaño.—

—Y tu no eres el que esta cocinando, así que mueve esas patitas y anda a repartir las ordenes —Dijo el albino mostrando eso colmillos que tenia.—

Horas después, el lugar estaba completamente vacío en excepción de dos personas, un castaño que se encontraba sentado en una mesa agotado de tanto trabajo, por otro lado el albino se encontraba preparando algo, cuando termino se acerco al castaño con un plato de comida y una jarra de cerveza, le dio el plato de comida al castaño, este solo lo miro para luego empezar a comer, el albino en cambio empezó a tomar el líquido de la jarra que tenia en la mano, sin duda fue un día muy agotador para los dos chicos.