Capitulo 1

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Hola, bienvenidos a el primer capitulo.

Espero que la historia sea interesante para ustedes. Gracias por leer...

Vamos a imaginar que nunca leerás esto en vos alta, porque te conozco tan bien y sé que después de leerlo y saber que es para ti, nunca te atreverás a leerlo para nadie más.

Estaba a punto de caer la noche, el atardecer tenía un hermoso combinar de colores que lo hacía tan interesante e imposible de observar. Por debajo del sol se podía observar la combinación perfecta de un rojo, rosa, naranja y azul.

Todo es tan normal, caminábamos dando la espalda a ese atardecer, no me explico como mi atención era tomada por otra cosa, siendo que me encanta mirar el atardecer de un lindo día a punto de ser consumido por la melancólica noche. Te darás cuenta que captaba más mi atención.

Me encanta la ausencia de color que tiene tu blusa, resalta perfectamente tus curvas acompañadas de tu cadera, el viento balanceaba tu pelo, y te hacia lucir más atractiva de lo normal.

El tiempo corre y casi no lo noto, paso a paso nos vamos acercando al auto con inocencia y amistad reforzada.

Pensé más en cosas sin sentido, perdido en mi mundo que en el tiempo que nos tomaría llegar al auto, pero ya estábamos en ese lugar. Me comporté como un caballero y te abrí la puerta, te toqué la cintura y una rara pero exquisita sensación, era como si algo dentro de ti me llamara y estuviese diciendo que no me retire de ti, pero creí que solo me estaba haciendo ilusiones y lo deje de lado evitando cometer un error.

Conducía sin destino, pensando cada palabra que diría para pedirte que me acompañaras a mi casa para tomar un poco de dinero e invitarte a cenar. Después de presentarte mi petición, me dices que es una buena idea y nos ponemos en camino.

No fue mucho lo que tardamos en llegar a mi casa, pero claro, no podía dejarte sola dentro del auto, te invité a pasar y pues cual fue la sorpresa, no es la mejor casa que has visto. Más de una vez me dijiste que tuviese más cuidado con mi higiene, porque tal vez llegaría a ser como ese asqueroso vecino que tenías allá donde vivías antes. Tenías razón, mi sala estaba por los suelos, había latas de refresco y cervezas tiradas, envolturas de chucherías y unas cuantas colillas de cigarro que mis amigos dejaban.

Te llevas una sorpresa al entrar a mi cuarto, pues ahí si estaba limpio. Todo estaba en su lugar. Convertí el espacio en mi reino. Los zapatos, tenis, botas, todo en un buen lugar. La ropa no tenía parecido a como estaba antes, todo estaba en perfecta armonía, donde deben de ir. La cama era una blanda nube, limpia y ordenada. Y el piso, tan reluciente como el de un apartamento lujoso.

Como lo imaginé, la cama tenía ese atractivo, no puedes contenerte a ella y decides recostarte un momento, habías tenido un día muy duro. Pero no era tan relajante el momento cuando viste mi cara y manos acercándose a ti. El temor recorrió tu cuerpo mientras cubrías tus costados y abdomen, sonreías un poco con cara de miedo y me pedías que no me atreviera, que no te hiciera cosquillas, pero soy todo un desenfrenado loco con gusto de hacerte reír hasta que te quedaras sin aliento, y no lo pude evitar.

Todas las risas, los gritos y la fuerza utilizada terminaron con la cama, todo comenzó a ser un desastre muy bonito, la respiración nos faltaba y las mejillas dolían de tanto reír.

Había obtenido la victoria una vez más. Estabas debajo de mí, no podías safarte, tus manos estaban a los lados de tu cabeza y yo las sostenía con mucha fuerza.

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⏰ Last updated: Jun 22, 2021 ⏰

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