Advertencias: proyecto en producción, si no te gustan las cosas chicoxchico, por favor, retírate.
—¡Por fin estoy en mi lugar deseado! —soltó en un pequeño canturreo Horus, aquel lugar que estaba visitando en tiempo de frío era el mejor, ya que el clima era excelente.Se podría decir que es el lugar de los sueños de Horus ya que, el frío, era lo mejor que podía pasar en aquel lugar, y el calor, a penas pegaba en ese lugar, solía estar templando y sin temperaturas tan altas, pero en invierno, tienes que vivir de suéteres y vestirte casi como un esquimal en esos tiempos.
El lugar era agradable, cómodo, la habitación de hotel que le había tocado era lo suficientemente grande para el, pero, lo que no le cuadraba eran las dos camas en el lugar.Sabía que normalmente en aquel lugar en tiempo de frío se saturaba el lugar, y que los hoteles mezclaban a personas durante casi un mes en la misma habitación.
Pero a él le daba igual, el lugar era cómodo y eso era lo que importaba.Colocó la maleta y su mochila sobre la cama, comenzando a abrir esta para poder sacar su ropa y unas cuantas otras cosas, pues, tenía que hacer varias cosas en su laptop aún estando de vacaciones en aquel lugar.
Comenzó a guardar ropa en el armario de el lugar, acomodando su ropa por colores y por conjuntos, sus zapatos también fueron acomodados en aquella parte de la habitación.
Al terminar de darse cuenta, solo había llenado la mitad de el armario, pues aquel era enorme, y ni con una maleta extra llenaría aquella zona.
En aquel lugar habían dos escritorios, pues se sabía que las personas tardaban demasiado en irse de aquellos hoteles, en los cuales parecía que el lugar era como un departamento, demasiado grande.Cuando termino de guardar sus cosas y acomodar todo (incluyendo el hecho de acomodar su laptop y una cosas en el escritorio cerca de la venta, que estaba casi igual que la cama), se tiro a su cama, soltando un pequeño suspiro de satisfacción y aun con su suéter beige, se metió de bajo de las cobijas y cerró sus ojos. Tal vez un pequeño sueño sería algo bueno para el, estaba cansado y luego único que necesitaba ahora era una siesta.
A los pocos minutos el estaba completamente dormido, quedando ajeno de todo lo que sucedía a su alrededor, demasiado ajeno a todo.
Kaled, quien venía de un pequeño algún lugar de Corea del Sur, lo único que quería era tomar una siesta en su habitación.
Soltando un pequeño suspiro, tomó la llave la puerta e introdujo esta en la cerradura, cerrando sus ojos en el momento en el que se adentraba a aquel lugar, quedando algo ajeno a lo que están en su habitación.Sus ojos se abrieron por algunos instantes, observando que había una maleta frente a él, y no era la suya, su ceño se frunció ante aquello, aquello que se supone no debería de estar pasando, por que el había reservado aquella habitación por internet.
Soltó un gruñido mientras dejaba sus cosas a un lado de su cama, alzó una de sus cejas y suspiro, comenzando a sacar sus cosas en silencio, luego de guardar despertaría a la persona que dormía plácidamente en la otra cama.
Luego de terminar de acomodar todo, soltó un un suspiro y se quitó su calzado, para luego acercarse a la persona que invadía su habitación.
Con una de sus manos comenzó a mover al que parecía ser un adolescente, frunciendo aún más el ceño por aquello, pues, ¿cómo era posible que lo hicieran compartir habitación con un adolescente, sabía que no debía hacer algún escándalo por aquello, ya que había más personas desafortunadas pasando lo mismo.
—Oye, si sigues con el ceño fruncido te vas a arrugar, y es feo ver a alguien con arrugas... —un somnoliento Horus estaba abriendo sus ojos, y no reaccionado ante lo que estaba frente a el, pues, estaba más dormido que despierto en esos momentos.
—¿Se puede saber que haces en mi habitación...?
—Horus... me llamo Horus... —un bostezo salió de los labios de el más bajo mientras comenzaba a estirarse un poco.
—Si, Horus, ¿puedes explicarme que haces aquí?
—Es mi habitación, no hay otra razón por la cual no pueda estar aquí, tengo la llave y todo, está en el escritorio —murmuró frunciendo ligeramente su ceño ante la pregunta de este cayendo de nuevo hacia la almohada, pero esta vez su cara iba directo a el lugar—. No deberías de ponerte de mal humor, a todos les pasa esto... —dijo directo de la almohada, casi inaudible por lo mismo.
—Ya e visto la llave, joder, solo quería tener unas vacaciones para mi solo, no compartirlas con un mocoso como tú —soltó un gruñido nuevamente y negó, sentándose en su propia cama mientras observaba como el otro no se movía.
—Viejo amargado —soltó Horus mientras se acomodaba en la cama, dispuesto a volver a dormir, necesitaba descansar más, y aquella persona no lo dejaba hacer aquello.
—¿Cómo me haz dicho, niñato? —iba a ponderar de pie, pero sabía que iba a ser inútil discutir con el más pequeño, por lo cual, de igual forma se tiró sobre su cama, soltando un pequeño suspiro.
Esas vacaciones serían las más largas de su vida, y sin embargo no sabía que las terminaría disfrutando de una forma tan bella pero dolorosa al mismo tiempo.
Wachen mi primer capituló, ah.
Re-Hermoso.
Gracias a las personitas que me están apoyando con esto, las amo.
—𝑆. 𝑀𝑒𝑑𝑒𝑙.
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𝑶𝒇 𝒄𝒐𝒖𝒓𝒔𝒆.
Romance¿Te haz imaginado enamorarte de alguien cuya edad casi te dobla y que, sea imposible estar con el? Siendo así, disfruta tu pequeño amor de invierno. ©Copyright. Derechos reservados.