Parte 2

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Las lágrimas descendían de sus ojitos y sentía que moriría ahí mismo. Pego otro grito cuando sintió los dientes en su nuca, no lo mordía, simplemente le presionaba aquella zona. Lograba escuchar los jadeos de asombro y preocupación de los espectadores. ¿Sería ese su fin? Joder, no, no quería acabar así, aun quería hacer muchísimas cosas más. Cuando estuvo mordisqueando su nuca, el villano hizo algo que le saco un respingo y más lágrimas de sus ojos. Su húmeda y ensalivada lengua se paseó por toda su extensión. Involuntariamente, su garganta hizo un sonido de ayuda, aquel que solo los omegas podían hacer para pedir por un alfa que les ayudase. Bakugo logro escucharlo a pesar de todo el sonido.

Y no, ahora no se quedó inmóvil.

Impulsándose de sus explosiones, se elevó por los aires con una velocidad rapidísima. Todoroki observó cómo su compañero hacía aquello, después sintió cómo Midoriya le sacudía vigorosamente.

-¡Todoroki-kun! Usa tu hielo. – Dijo con preocupación. El alfa miró hacia Kirishima y el villano y pudo comprobar que lo que estaba haciendo Bakugo era simple distracción. Sin dudar más, con su pie hizo que una hilera de hielo se expandiera hasta donde estaba Kirishima y el villano. Gracias a que el alfa de feromonas alocadas se había separado levemente del pelirrojo para ver lo que sea que fuese a hacer el rubio cenizo, había un espacio entre ambos cuerpos para impedir que, al menos no se le acercara a la nuca a Kirishima. Y así fue, la hilera se extendió y cuando inevitablemente paso por encima del cuerpo de Kirishima, esta creció en sobre manera, dándole un buen golpe al alfa.

-¡Ground Zero! – Exclamó Deku. El rubio cenizo al percatarse de la situación, sonrió aliviado y, dejándose caer llegó a unos dos metros alejado de su pareja. Corriendo y dejando caer sus grandes granadas que llevaba por traje, llegó hasta el pelirrojo, el cual lloraba a mares.

Tomó al omega de sus antebrazos e intento jalarlo, pero no pudo hacer nada.

-No… No puedo respirar… Agh… - El hielo que había usado el de cabello bicolor era pesado y grueso, justamente estaba sobre el tórax del chico. Bakugo Chasqueó la lengua y miró fulminante al de cabellos bicolor.- Ah… - Volvió a hacer aquel gemidito de ayuda. Entonces, un fuerte golpe se escuchó, todo mundo quedó en silencio, entonces otro fuerte golpe se escuchó y todos quedaron sorprendidos al ver como al hielo, grueso y sólido, se le comenzaban a formar grietas.

-¿¡No te dije que no te metieras en asuntos de otros alfas, hijo de puta!?

El corazón del gran héroe Ground Zero se detuvo, miró a sus compañeros con el ceño fruncido, ordenándoles con la mirada que hicieran algo al respecto, necesitaba tiempo para sacar a su pareja de ahí. Midoriya y Todoroki entendieron el mensaje y, el peliverde de un salto quiso acercarse al villano pero, otra persona chocó con él y lo detuvo en pleno vuelo, mandándolo directo al suelo. Todoroki, por más que quiso no fue a auxiliar al omega, sabía que él podría, pero al momento de ir hacia el borde del hielo que había creado, sintió como sus pantalones comenzaban a mojarse, bajó la vista y observó cómo una gran cantidad de agua iba subiendo por sus piernas. Los secuaces del villano habían llegado.

Bakugo apretó los dientes, ¿En dónde estaba Kaminari cuando más se le necesitaba?

-Baku… Bakugo… - Miró a su novio y el corazón se le partió al verlo llorar y con sangre saliendo de sus bonitos labios. – Márcame.

-¿Qué?

-Márcame. – Dijo con dificultad. Sus lágrimas no dejaban de salir, y ahora no sabía si era por lo que estaba diciendo o por el dolor que sentía o lo sofocado que estaba por el hielo. – El olor de los… Ugh… de los omegas cambia cuando son marcados. – Kirishima lo tomó de las manos y las apretó.

-No. No. Mierda, no. – Podía escuchar como el hielo se agrietaba más y más a cada segundo, el cómo sus amigos peleaban constantemente y a las personas de fondo. Regresó el apretón a las manos de su pareja, sabía lo que planeaba, pero así no era, no quería hacerlo.

-¡MARCAME! – Exclamó con desesperación el omega. Bakugo no sabía si hacerle caso o no. Por algo no había marcado a Kirishima aún, el pelirrojo no estaba seguro, ambos sabían lo que conllevaba marcar a un omega, y a pesar de que ambos se amaban como nunca antes habían hecho, Kirishima no quería, y Bakugo no lo iba a forzar.

Pero es que, ¿Y si se lo llevaban? No podía soportar el hecho de que alguien que no fuera el marcara a su bonito omega de cabello teñido, ni que alguien más le viera los lugares que nadie más ha visto más que él. No, no quería eso, joder, no.

-Márcame. Bakugo, por favor… Márcame.


-Angel

Juntos θBAKUSHIMAθDonde viven las historias. Descúbrelo ahora