Podrás pensar que por el título que esta obra tiene, se trate de alguna novela de romance juvenil que narra la clásica y muy repetida historia de dos jóvenes, que, por ciertas circunstancias ajenas a su conveniencia, quedan, y como dice el título, atrapados por los años en sus sentimientos.
Tal vez estoy en lo correcto, o tal vez no. Posiblemente tu percepción inicial al leer el título haya sido esta, o alguna otra muy parecida. Déjame en este momento hacerte una negación.
Si bien en estas líneas si hay algo de amor, involucra más el amor que siente uno hacia sus seres queridos, que es muchísimo más fuerte que el amor que puedas tener hacia una persona ajena a ti, que en cualquier momento puede dejarte, o en caso contrario, unir sus caminos con rumbo a un solo destino.
He de expresarte que lo que estás a punto de leer, aunque tú no lo creas, actualmente lo está padeciendo mucha gente, y depende de ti el que quieras percibirlo o no como son las cosas en la realidad, y Dios no quiera, el que tú vayas encaminándote hacia allá, sin deseos de antes tomar una desviación hacia un mejor camino.
Mi nombre es Leonardo Godínez Chávez, tengo 28 años, y vivo en una familia que siempre ha tenido problemas tanto económicos, como sentimentales, pero principalmente económicos, lo cual, a veces hacía que ni siquiera tuviésemos pan en la mesa, y cuando hubo un poco de luz de esperanza en el oscuro túnel de nuestra vida, más tarde las rocas y polvo lo opacarían. Yo vivía con mi hermana Verónica, una chica muy honesta y sincera; con mi madre Rosalinda, que a pesar de que siempre nos demostró mucho afecto y compasión, hoy en día reconozco que era una interesada, aunque en estos años ha estado sufriendo muchísimo tras enterarse de la verdad; y finalmente mi padre Carlos, hombre al que apreciaba mucho, y que desgraciadamente, por la ilusión de salir adelante a través de la fortuna, culminaría su existencia en este mundo que nunca tuvo piedad ni compasión con él.
A pesar de todas las dificultades, de no gozar cosas que otros presumen, nosotros vivíamos muy felices, pero tras esa felicidad, se escondía una gran miseria que hasta estas fechas estoy siendo consciente, pues en casos como estos, uno como persona intenta sonreír, reír, poner la vista en alto hacia un futuro mejor, mas no nos concentramos en cómo hacerlo realidad partiendo desde el panorama en el que uno vive.
Así pues, uno se encierra en una burbuja color de rosa en la que todo es felicidad, y no nos preocupamos de las condiciones en las que vivimos, aunque estemos presentes en ese entorno. Según lo que interpreto, esta ideología era muy general en nuestra familia, pues tíos, primos, e incluso mis abuelos, no se daban cuenta de la pobreza en la cual ellos mismos vivían. Solo los más listos nos dábamos cuenta de la situación, e intentábamos hacer algo para remediarla; entre ellos, nos encontramos mis primos Julio, Humberto, Francisco, y un servidor.
Pero para conocer bien lo que mis palabras esconden, primero es necesario que conozcan nuestra triste historia, la historia de la Familia Godínez Chávez.
Ocurrió hace 20 años, el nuevo milenio aún no hacia su llegada, mientras los problemas poco a poco nos asechaban. Mi padre trabajaba como un obrero en una fábrica de electrónica, y ganaba una miseria, con la cual, apenas nos podía alimentar y sostener los gastos familiares, así como la renta del cuartucho en el que vivíamos, el agua, y la leña para la estufa. Era tanta nuestra miseria, que no teníamos estufa de gas la cual muchas familias gozan.
Eran las ocho de la noche, cuando mi padre, enfadado y fatigado, regresaba de su labor.
- Buenas noches, Rosalinda.
- Buenas noches, Amor.
- ¿Ya se acostaron los niños?
- Ya. Se fueron a dormir después de que cenaron. ¿Y qué tal el trabajo?
YOU ARE READING
Atrapados por los años.
Historical FictionIncitados por el hallazgo de unos planos, miembros de una familia mexicana muy pobre abarcan una expedición para explotar una abandonada mina en la que, presuntamente, se esconde una gran fortuna. Incitados por el deseo, el hambre y la avaricia, te...