El fin de una anécdota

Papá, ¡DEJA LA FAMILIA!

Yo aun seguía mi vida, con la esperanza que estado en la escuela las cosas cambiaran para bien ademas yo no podía dejar mis sueños de volverme un importante doctor en un futuro cercano, estando en la escuela, nunca fui de las mejores calificaciones sin embargo me mantenía en un promedio alto; casi no tenia amigo, solo eran tres personas que eran muy hábiles en la escuela, pero esa tarde al salir de la escuela, me encontré con  unos compañeros del salón, que siempre se escondía detrás de la escuela para fumar, y beber alcohol con el dinero de sus padres, al verlos se me ocurrió que era posible que fumar un cigarro de tabaco, me podía relajar de lo angustiado que me sentía y pensé que ellos eran los indicados para enseñarme ha hacerlo eran ellos así que muy tenebroso a lo que me podrían decir, me acerqué a ellos a un compañero que una vez le había ayudado con su tarea le dije: - enséñame a tomar un cigarro - todos sus amigos se quedaron viendo con una  cara sorprendida, el se reía de mi de la forma en como le había hablado y después de unos minutos en que se carcajeaba se detuvo y con una mirada de lastima me dijo: - El niño prodigio me pide  que yo le enseñe, vaya como cambia el tiempo pero quien soy yo si quieres dañarte, a mi me vale madres, fúmate un cigarro- . recuerdo su forma tan grotesca y su color tan horrendo, aun así lo hizo me dijo como tomarlo entre mis dedos mis dedos y colocarlo en mi boca mientras me encendía el encendedor y me dijo inhala hasta el fondo. 

En ese momento fue lo mas asquero que había probado en toda mi vida, el sentimiento del humo raspando mi garganta, solo me hizo toser, a lo que todos los que estaban ahí solo los hizo carcajearse, después me dijo: -vuelve lo a hacer hasta que te acostumbres, mas tarde me comencé a marear  pero me sentía mas relajado, al ver la hora me percate que era demasiado tarde y en mi casa me esperaban para hace el quehacer, al llegar me percate que todas nuestras cosas estaban afuera, y que mi familia me estaban sacado así de la nada pero no podía decir nada mi padre ya había adaptado los cuartos para poder vivir, el no se encontraba en la casa se salio desde muy temprano en busque de trabajo, sin mas remedio sin molestarme comencé a acomodar las pocas cosas que teníamos solo poseía un par de literas que me habían regalado, dos colchones que compre en el trabajo que el pasado tenia, un pequeña estufa que guarde para emergencias, un tanque que mi padre trajo, mi ropa las coloque en unas cajas de madera y una mesa que mi abuela dejo (solo hacia falta la parte de arriba solo le coloque un pedazo de madera) el resto del día, me recosté en una cama con pocas cobijas y el poco tiempo me quede dormido al despertar por un ruido muy fuerte me levante en seguida y corrí con un fuerte impresión de que algo había sucedido y vi a mi padre teniendo una conversación muy fuerte con la que hasta el momento se hacia llamar mi madre le reclama la repentina decisión de sacarnos del pequeño cuarto que teníamos para dormir sin previo aviso la señora solo dijo que era necesario que ya no me aguanta, que estaba harta de mi, para ella mi conducta era terrible y el  olor a cigarro solo causo más problemas.

En el momento...

Escuche sentado en la cama unos pasos bajar por las escaleras de la entrada poco tiempo después una voz llama a que le abrieran la puerta con un nudo en la garganta, con una dificultad de provocar el mínimo sonido, gire la perilla de la puerta con un miedo que se abriera y presenciara algo que no quería pero afortunada mente mi tía, aun no abría la puerta, con un miedo salido del fondo de mi corazón me acerque a la figura vestida con traje negro, lo tome de saco y como si fuera un niño pequeño  le pedí que no gritara por favor, por lo que mas quisiera solo entrara al cuarto donde de ahora en adelante comenzaríamos a vivir de ahora en adelante cuando me escucho decir eso. Me ignoraba completamente golpeaba con fuerza la puerta gritándole a su hermano y su esposa buscando una explicación ya  no puede contenerlo y solo me refugie entre las sabanas