Un suspiro cansado brotó de sus labios, expresando todo cansancio y pesar del día, mientras lentamente recostaba su cuerpo en el mullido colchón, sus manos frías y cansadas acariciaban el edredón que yacía bajo su cuerpo. Inaudibles balbuceos emitían sus labios dando a entender que de plegarias se trataba, aunque, mucho tiempo no pasó de ello ya que sus ojos se cerraron y cayó dulcemente en los brazos de Morfeo, quien despiadadamente luego de un tiempo la dejó caer cual roca inerte al vacío, y, como todas las noches, antes de colisionar contra aquellas filosas y puntiagudas rocas que amenazaban fervientemente con acabar con su vida, despertó, y al hacerlo se encontró con un pulcro techo blanco que había sido pintado con anterioridad. Se encontró temblando y con el corazón latiendo desbocado, como si hubiera corrido una maratón sin respirar, respiró lentamente y contrario a ello quitó las lágrimas de sus mejillas con violencia de un solo manotazo.
Encendió la tenue luz de su mesilla de dormir, llegando a alumbrar aquel silencioso cuarto, al tiempo que giraba encontrándose con el inminente reloj que marcaba como siempre: 04:20 AM. Encendió el televisor y buscó algo interesante pero dadas las horas fue obvio que no iba a encontrar nada y frustrada lo volvió a apagar, por inercia desconectó el celular y cual robot lo encendió rápidamente, mientras de su mesilla de noche agarraba la caja que su peor vicio portaba, y de ella extrajo un cilindro de papel relleno de tabaco, alquitrán y nicotina (aunque todos sabemos que tiene muchísimas cosas más), lo encendió y una vez llenó sus pulmones de aquel humo cancerígeno, volvió a agarrar el celular que ya estaba lleno de notificaciones y mensajes, uno más molesto que el anterior y solo se dedicó a contestar los más importantes y volvió a dejarlo en la mesilla de luz, mientras seguía fumando y mirando el techo. Apagó el cigarrillo y pesadamente se levantó de la cama dirigiéndose lentamente hacia la puerta, pero sin previo aviso frenó de golpe y quedó plantada frente aquel cuadro que aún no había tenido la valentía de quitar, lo admiró con tristeza mientras sus ojos volvían a empañarse por las lágrimas que rápidamente quitó de sus ojos parpadeando fuertemente, volvió a caminar y decidió darse una ducha que quizás la ayudaría a despejarse un poco.
Agua caliente, rozando el hervor empezó a caer y el baño se llenó de una bruma de vapor, una vez desnuda se adentró en la ducha dejando que el agua moje cada parte de su cuerpo, relajandolo, enjabono su cuerpo y lo enjuagó mientras se acariciaba el vientre con melancolía y al cerrar los ojos los recuerdos volvieron a atacar y atormentarla. Lentamente cayó al suelo abrazando su vientre de un peligro inexistente, volvió a llorar pero esta vez no hizo nada para evitarlo y solo recortó aquella noche que tanto dolor le causó.
FLASHBACK
Un vestido de seda verde olivo cayó por sus brazos enmarcando la pequeña barriga creciente que dulcemente acarició sobre la tela, una vez conforme con su imagen se colocó sus pequeños zapatos sin tacón, agarró una chaqueta y su bolso y salió de casa, o al menos lo intentó, ya que al abrir la puerta se encontró con aquel bastardo que deseaba no ver nunca más en su vida, pero quien se llevó la sorpresa que al verla palideció y se quedó mudo mirando fijamente el vientre de la joven que como acto reflejo cubrió con sus brazos y aprovechando el shock del joven cerro la puerta y empezó a caminar hacia el auto escuchando como él gritaba su nombre pero ella no frenó, se subió al auto y sin esperar nada arrancó, dejando a un joven muy impactado en el borde de la calle.
Frenó el auto lentamente y salió con algo de dificultad, pero con cada paso que daba el terror crecía en ella, para cuando se arrepintió estaba muy cerca de la puerta y ya ni había marcha atrás, solo le quedó respirar profundo y tocar el timbre. Una mujer cincuentona abrió la puerta y al mirarla sus ojos se abrieron con sorpresa, la joven solo pudo responder al saludo y pedirle discreción sobre su vientre, la señora amablemente accedió y la hizo entrar al despacho de su padre, aquel hombre que portaba el dinero que quería pero que jamás había dejado su humilde casa por melancolía, mientras recordaba todo eso se colocó la chaqueta y escuchó como pasos apresurados se acercaban y para cuando menos lo pensó la puerta se abrió de par en par, solo le quedó respirar hondo y girar. La mirada de sus padres seguía en su vientre una hora después de estar encerrados en aquel cuarto, mientras ellos solo podían expresarles cuanta vergüenza y decepción tenían hacia ella, que cabizbaja solo acariciaba su vientre que por cinco meses había logrado ocultar, evitando cualquier trato con sus padres y personas cercanas a ellos, una patada tuvo como impulso para poder decir temblorosamente "Basta" y tras eso una serie de explicaciones que solo daban a entender que no buscaba su dinero, ni su apoyo, que solo había ido con la intención de dar a saber el porqué había desaparecido por cinco meses, y dicho eso agarró su bolso y salió de casa dejando a sus dos progenitores atónitos por ese comportamiento. Cuando llegó a casa era aún temprano pero decidió almorzar y luego se puso a hacer un cuadro en el que había pegado todas las ecografías hasta el momento de su hermosa Salomé, que crecía fuerte en su vientre. Una vez terminado, acomodo todo y con el cuadro en manos se dirigió a su habitación y lo colgó sobre la cómoda, lo admiró con ilusión y se acostó a dormir una siesta.
El sonido de su celular la despertó, y atendió a tientas escuchando del otro lado del auricular la voz de la joven que la habia acompañado la mitad de su vida en todo, sugiriendole cenar en aquel restaurante que tanto le gustaba, ella, feliz accedió, quedando media hora después.
Se quedó vestida igual, y solo se ató el cabello en un moño descuidado. Se montó en el auto con dificultad por su vientre cinco mesino y salió rumbo al delicioso restaurante donde la esperaba su amiga, pero al pasar unos minutos su celular empezó a sonar indicando que tenía una llamada entrante, tras atender presiono el altavoz y oyó a lo lejos una bocina y un estruendo, luego solo llegó a ver como todo daba vueltas y la voz de su amiga gritando desaforadamente su nombre acompañado de vidrios romperse, un dolor punzante en el vientre, todo se puso negro y ella cayó en un sueño profundo.
ESTÁS LEYENDO
Por tu amor.
RomanceSe montó en el auto con dificultad por su vientre cinco mesino y arrancó rumbo al delicioso restaurante en el que la esperaba su amiga, sin embargo minutos después su celular comenzó a sonar indicándole que tenía una llamada entrante, una vez atendi...