Ragnarok

710 88 56
                                    

Mikasa amaba a Levi.

Sí. Lo supo cuando, luego de haber escapado de la facción Jaegerista aprovechando los disturbios causados por la llegada del ejercito de Marley encabezado por el titán de Reiner, se reunió con algunos compañeros (los ahora capitán segundo Jean y teniente Armin) en un refugio rudimentario. Ahí se encontró con la nada agradable noticia que el capitán Levi se estaba debatiendo entre la vida y la muerte.

A todos los presentes les sorprendió y los descolocó saber que el soldado más fuerte de la humanidad se encontraba en ese estado.

Para el escuadrón de Levi, ese que llegó a él siendo aún un grupo de mocosos (desde su punto de vista) el capitán seguía siendo el soldado más fuerte de la humanidad, por más grande que el mundo fuera ahora.

Hanji había hecho todo lo que estuvo en sus manos para salvar a su compañero y amigo. Ahora solo restaba esperar.

Estuvieron ahí durante una semana  de la cual pasaron 4 días sin recibir noticias de nada. Se turnaban para vigilar el lugar al igual que se turnaban para cuidar del capitán. Mikasa hacía lo posible por intercambiar turnos con quien le tocara cuidar del capitán, quería asegurarse que estuviera bien, no quería perderlo también a él, por lo regular tenía éxito y la única persona con la que no negociaba era la Comandante Zoe.

La primera vez que vio a Levi postrado en la cama, sintió mucha desesperación, mucho miedo. Ambos no eran las personas más sociales del mundo, pero ella sentía que la relación con su capitán era la más cercana en muchos aspectos. El más importante, era esa sensación de no sentirse fuera de lugar, de sentirse comprendida por alguien. El capitán representaba eso para ella.

En la segunda noche, Levi dio unas pocas señales positivas:

"Oi..."

"Capitán..."

Levi intentó hablar pero su garganta estaba reseca. Mikasa se acercó para ayudarle a beber un poco de agua, tomó la jarra que había en el mueble contiguo a la cama y sirvió un poco en un vaso para luego dársela al capitán. Mikasa no podía creer ver a Levi en ese estado, había notado que había perdido 2 dedos de la mano derecha y la comandante Zoe les había dicho que lo más probable era que perdiera la vista del ojo derecho, además, quedaría con muchas cicatrices en su rostro por los fragmentos de cuchillas que se incrustaron en él. La más prominente: la que cruza por su ojo derecho.

"Ese bastardo de Zeke... ahora veo que lo de suicida viene de familia..." Dijo Levi luego de beber un poco de agua.

Mikasa sonrió un poco por el comentario de su capitán.

"¿Cómo se encuentra, capitán?"

"Estaré bien..." 

Mikasa y Levi quedaron en silencio unos momentos.  Mikasa pensó que era mejor dejar al capitán descansar por lo que se disponía a salir de la habitación pero la voz de Levi la detuvo.

"¿Solo Hanji y tú están aquí?"

"No, Jean y Armin, entre otros soldados fieles a usted y a la comandante están refugiados aquí también."

"¿Refugiados? ¿Tú estás herida?" Preguntó con genuina preocupación.

"No capitán, me encuentro bien."

"¿Es así? Eso es bueno..." Levi hizo una pausa antes de continuar. "He despertado por algunos momentos y sin variar, desde la primera vez que te vi aquí no he visto a nadie más dentro."

RagnarokWhere stories live. Discover now