Finn había tomado bastante, no podía creer lo que sus ojos acaban de ver, de la mierda que se acaba de enterar. Todo se había acabo. Las ganas de ir y volver a pelear por Jaeden eran grandes pero no sabía si valía la pena, tal vez haría el ridículo y no quería hacer eso porque aún que este lo había lastimado aún quería verlo feliz. Igual, si mayor deseo era hacerlo feliz el. Un sueño imposible.
Finn, ya en un estado ebrio fue a casa de Jaeden, este le abrió la puerta y soltó un suspiro.
- ¿Que Quieres, Finn?
- Hacerte saber todo... como me hiciste mierda y yo como un estupido ignore todo..
Este Soltó una risa sarcástica y desvío la mirada.
- Como me hiciste mierda...
- Estas ebrio Wolfhard, no estas en estado para hablarme de tus idioteces.
- ¿Estado? Yo solo estoy hecho mierda ¿te parece un estado un chico hecho mierda?
- Ya, vete, no me importa lo que me digas.
- ¡Tu me hiciste mierda, Wesley! ¡Me mentiste todo este tiempo!
Jaeden solo desvió la mirada mientras este lo señalaba.
- ¿Para que mierda apareciste en mi vida? ¡Sólo te metiste en mi cabeza, me ilusionaste y terminaste haciéndome mierda! ¡Fuimos la pareja feliz! ¡Te di todo lo que tenia! ¡Todo lo que querías! ¡Me la jugué por ti, Jaeden! ¡Di mi felicidad por ti! ¡Di todo! ¡Yo te amaba! Íbamos a estar juntos y felices, Jaeden...
A este punto los ojos del rizado ya se encontraban cristalizados.
- Íbamos a ser felices... ¡ME LA JUGUÉ POR TI! ¡TODO A LA MIERDA! ¿QUE FUE TODO ESTO PARA TI? ¡TODO PARA TI FUE UN MALDITO JUEGO MIENTRAS PARA MI FUE TODO!
Jaeden no hacía nada, en ese momento pensaba que era la persona más cruel del mundo, la más fría.
- ¿Para que mierda me la jugué por vos? De un día para otro deje de ser tu todo... de un día para otro me reemplazaste y de un día para otro ya no era nadie para ti..
- ¡Estas ebrio, cállate! Yo no te hice nada.
- Yo se que tomé ¿y que?
- Solo viniste a insultarme, eres un ridículo.
- No, vine a decirte que todo lo que te ame... que fue con toda mi vida, con toda mi alma.. se va a ir a la mierda y me encargare de hacer cada sentimiento de amor hacia ti ¡a odio! ¡Te odio! ¡Te odio, Jaeden!
El castaño cerró la puerta y siguió su noche mientras el rizado caía al suelo hecho mierda.
- Pero como odiarte... si aún eres mi todo... si aún te amo...