Primera Parte

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Flashback

Myongji Hospital

Un solitario ambiente compuesto por numerosas paredes elevadas de concreto, percudidas, donde el nacido blanco plasmado por los bellos de la deshilachada brocha que dio vida a esta descansa, ahora, una gruesa capa de polvillo. Asientos desgastados ante el roce continuo con los ropajes ajenos, acomodados en filas paralelas unos junto a otros, daban al entorno una sensación inquietante. Se acomodó uno de los nombrados anteriormente, reposando su espalda en él aguardando a su llamado.

— Lee Félix, pase por favor al consultorio 3.—Pronunció la licenciada con voz carrasposa al finalizar de leer el currículum correspondiente del siguiente paciente, detallándole allí el propósito de su visita. El menor de tan solo 3 años de edad se adentró a este con pudor, acompañado de su progenitora la cual se mostraba inquietante.

Hace tan solo un par de meses había comenzado a lograr comunicarse con sus pares, al igual que con su familia exponiéndoles una, según ellos, desesperante realidad.

—Siéntense por favor.—Ordenó a ambos, estos obedecieron sin refutar, acomodándose en dos de las sillas que se encontraban en el consultorio de la profesional. El más pequeño con mayor dificultad a comparación que su acompañante, pues sus pies se encontraban elevados del suelo, evitando el contacto con este, siéndole casi imposible el hecho de subirse a esta.— ¿Usted es el pequeño Lee?— Preguntó con un tono suave al menor, quien tan solo se limitó a asentir con timidez.— Ven, pasa al estudio. Te haré una pequeña prueba, ¿si? Si respondes a todo lo pedido, recibirás un caramelo como recompensa. 

Un caramelo, una recompensa absurda para algunos, pero a la regla siempre hay una excepción. Félix, convencido por todas las palabras de la amable muchacha, accedió.
Ambos pasaron a la siguiente sala, dejando a la señora a la espera. Un ambiente tranquilo, el cual contaba sólo con una silla revestida con cuero en el medio de éste y una pantalla, alumbrando el tenue entorno.
El niño aguardó a la mayor, expectante a sus órdenes.

—Escúchame Félix, necesito que te sientes en esa silla. Yo cerraré la puerta y te miraré desde afuera. Te mostraré fotos de diversos objetos u animales, necesito que respondas en un tono fuerte y claro por el micrófono de que colores poseen estos.—Este asintió a todo lo oído y se dedicó a posar su mirada en el monitor.

—Un perro de color negro.—Dijo con tono de seguridad, señalando la imagen del dichoso animal. Pues la respuesta estaba en lo correcto, la evaluadora lo apuntó en sus registros y prosiguió poniendo otra imagen.

Según las maestras del espacio recreativo del cual asistía, La Escuelita Academic Magnet High Shcool, el niño no respondía con interés a los estímulos que ellas les proponían en diversas áreas, ya sea artística, como arte o lingüísticas, como inglés.

—Un auto de color blanco.—Aclaró entre cerrando sus ojos, intentando así centrarse por completo en el color de este. La licenciada sólo hizo una mueca y apuntó dicha respuesta.

—Un gato, rojo.—Estaba bastante claro para la mujer, aún así, oyó con atención todas las respuestas del menor y realizó una conclusión, sin acotar nada al respecto antes de realizar otro respectivo examen. Este sería efectuado a la brevedad.

• • •

Acromatopsia (ACHM), trastorno retiniano autosómico recesivo raro caracterizado por daltonismo, nistagmo, fotofobia y agudeza visual seriamente reducida a causa de la ausencia o la deficiencia en el funcionamiento de los conos. (Son sólo percibidos los colores blanco, negro, gris y todas sus tonalidades)

El diagnóstico de ACHM se basa en un examen clínico oftalmológico, pruebas psicofísicas (sobre la visión de los colores) y electrofisiológicas (electrorretinografía/ERG) en que se observa pérdida de respuesta fotópica pero respuesta escotópica normal. La tomografía de coherencia óptica muestra una interrupción progresiva y/o pérdida de unión entre los segmentos internos/externos de los fotorreceptores, y una atenuación del epitelio pigmentario de la retina (EPR) en la región macular. El diagnóstico se verifica mediante un análisis genético molecular de los genes causantes.

No se habían planteado que tuviera una enfermedad rara, aunque habían notado que el pequeño tenía un ligero temblor en los ojos, llamado "nistagmus", y que empezaba a cerrar los párpados cuando había mucha luz. Los síntomas cuadraban.

—La acromatopsia congénita es la más común de las enfermedades que provocan visión en blanco y negro. También se la conoce como monocromatismo. Esta patología congénita afecta a una de cada 30.000 personas, por este motivo está incluida en el grupo de enfermedades raras. Además, ya se ha identificado el gen que ocasiona la enfermedad y se trata de una patología hereditaria que no está ligada al sexo. Esto significa que afecta a personas de ambos sexos sin distinción.—Explicó la entendida a la madre del paciente, de forma tranquila y pausada, al ver su rostro podía notarse el terror que poseía a enfrentarse a algo nuevo, era algo difícil de asimilar.

—Doctora, hemos observado en el transcurso de estos meses dificultad en las interacciones de nuestro hijo en el ámbito tanto escolar como familiar. Pero nunca me imaginé esto...—Masculló con tristeza. Lágrimas cristalinas comenzaron a desplazarse por sus pálidas mejillas finalizando en su mentón, cayendo así al suelo.

Las mujeres se encontraban en el consultorio mientras que Félix esperaba fuera de este, anonadado, sin comprender la situación con exactitud. Este era un día normal para nuestro protagonista, un ambiente, por ahora, tranquilo; donde los colores blanco, gris y negro convivían en armonía conjunto a él.

—Además de la visión en blanco y negro, esta enfermedad cuenta con una sintomatología muy específica. Habitualmente, los pacientes afectados por acromatopsia pierden gran parte de su agudeza visual. El oftalmólogo realizará números estudios para poder establecer el tratamiento más adecuado. Para solventar la fotofobia ocasionada por esta condición, el uso de gafas protectoras, con filtros ultravioleta son imprescindibles.—Finalizó de escribir ciertos detalles en una hoja y arranco esta, tendiéndosela a la chica. Llevo la palma de su mano al hombro ajeno, reposando está allí mientras lo sujetaba, dando una sonrisa reconfortante para aquella angustiada madre.— Le daré mi número para que pueda estar en contacto conmigo, señora Choi.

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||•Polos Opuestos•|| ~ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora