Capítulo 6 El inicio de la aventura

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Agarraron sus lanzas improvisadas y se pusieron en guardia, la voz de una pequeña niña se escuchó débilmente:

Konan:— quién anda ahí? Ayúdenme!—

Yahiko y Nagato se voltearon a ver sorprendidos y totalmente confundidos al escuchar esa voz.... La cual se volvió a escuchar.

Konan:— hay alguien ahí?! Necesito ayuda!!

Nagato:— quién eres!?

Konan:— eso no importa ahora!!—

Nagato:— que hacemos Yahiko? Puede ser una trampa..— dijo en voz baja para que solo Yahiko pudiera escucharlo

Yahiko posó su dedo índice sobre su barbilla, esto lo hacia siempre que se ponía a pensar, camino de un lado para otro pensando que hacer...

Yahiko:— de cualquier manera no podemos ignorar eso— dijo al fin con una sonrisa — si algo pasa yo me haré responsable, pero simplemente no podemos irnos así sin más

Nagato le devolvió la sonrisa:— no te culpo de nada, yo pensaba lo mismo, si vamos a cambiar el mundo, esto es algo que no podemos ignorar..

Una vez más el dúo concordaba en sus pensamientos y procedieron a ver qué es lo que había detrás de esa voz... Lentamente se acercaron rodeando los árboles que les tapaban la vista, iban en guardia ante cualquier ataque que pudieran recibir de lo que sea que estuviera detrás de los árboles. Poco a poco se pudo vislumbrar el color lila del cabello de Konan, además de la pequeña flor que tenía como moño; avanzando un poco más se empezó a divisar su silueta en el suelo

La pequeña, acostada en el suelo, observaba con miedo y aprehensión el lugar donde aparecieron Yahiko y Nagato. Se observaron un momento, todos se habían quedado como en shock ante la escena, pasado unos segundos el primero en actuar fue Yahiko, rápidamente se arrodilló sobre la pequeña...

— qué tienes?! — su voz sonaba preocupada

— y-yo no he c-comido en v-varios d-dias — estaba a punto de perder el conocimiento

— Nagato rápido! — el chico reaccionó y se ubicó al otro lado de la chica, rápidamente saco de su bolsillo una manzana y un cazo de agua. Entre los dos chicos levantaron suavemente a Konan para que pudiera comer.

La chica se comió rápidamente la manzana y respiro tranquilamente después de beber el agua.

— Gracias chicos, no sé si hubiera aguantado más días así — dijo agradecida

Nagato observaba a la chica y a la misma vez a su alrededor — cómo fue que terminaste aquí? —

— Este lugar se mira sospechoso, mejor vamos a otro lugar y ahí hablamos — Yahiko se puso en pie y ayudo a la chica a levantarse — Nagato vigila la retaguardia, no podemos permanecer más aquí —

Nagato empuñó su lanza y se ubicó atrás de los demás observando los lados y de vez en cuando hacia atrás. Yahiko llevaba a Konan sobre sus hombros ya que su circulación aún no se reestablecía, caminaba con sigilo por si algo o alguien estaba con ellos en el bosque.

— A dónde vamos? — preguntó la chica un poco inquieta

— Lejos de este bosque, tal vez un poco al norte — le contesto Yahiko

— ¡¡No!!, Al norte no........, Tenemos que salir de este país, vamos hacia el oeste, por favor — suplico Konan

— Esta bien, pero después nos explicarás porque al norte no — le dijo Yahiko.

Konan asintió agradecida. Poco a poco el bosque fue aclarando hasta llegar a la bifurcación de los tres caminos, Konan observó el camino por donde ella había venido y una lágrima surco su rostro.

Nagato la vio: — estás bien?—  Konan se limpio rápidamente y dijo:

— Si, vamos por ese camino de la izquierda, nos llevará al mar, ahí hay un barco que nos  sacará de aquí —

—¿Y cómo sabes eso? — Yahiko la observó.

— Porque mi padre me lo dijo — la chica sintió una punzada al decir eso

—¿Y dónde está tu padre? — Nagato que había estado alejado se acercó

Hubo un breve silencio antes de que contestara
— Está muerto... — sintió otra punzada y bajo la cabeza

— De todos modos, es mejor que nos apuremos a salir de aquí — dijo rápidamente para eliminar el ambiente incómodo que tenían.

Siguiendo el camino de la izquierda hacia el oeste, el camino bordeaba un campo de rosas negras
— Aquí será nuestra base cuando volvamos — afirmó Nagato — es perfecto

— Con tal de que esas flores no sean venenosas por mí está bien —  Observó Yahiko con una sonrisa y los dos se echaron a reír, la chica también sonrió un poco.
— Que bueno que ya no tienes esa mirada de tristeza en tu rostro — dijo Yahiko con una sonrisa. Y los dos se miraron un poco tímidos.

— ¿Qué es ese olor? — la voz de Nagato los saco de su ensueño
— Es el mar — concreto Konan — ya estamos muy cerca, pasando esa colina se debería poder ver — intento bajarse de la espalda de Yahiko — ya puedo caminar un poco, ya me has llevado suficiente — poco a poco se posó en tierra, aún cojeaba un poco, pero ya podía caminar.

— Bien, Nagato...— no tuvo que terminar la frase, su compañero asintió con la cabeza y agarro su lanza y camino hacia la colina.

— ¿Qué hace? — preguntó Konan confundida

— Asegurándose de que no haya nadie al otro lado de esa colina, estamos en territorio desconocido y no sabemos si es seguro avanzar aún — le respondió Yahiko

— Son muy cautelosos —
— Llevó viviendo en la calle Desde que nací, he aprendido muchas cosas y una de ellas es ser cauteloso —
— ¿Llevan mucho tiempo de conocerse? Se tienen mucha confianza —
— Hace 4 días, es un buen chico, me ayudó cuándo estaba en apuros, ahora viajamos juntos para cumplir una meta que nos propusimos  —
Konan se quedó sorprendida de que en solo 4 días tuvieran tal confianza entre ellos

No pareciera que los tres chicos tuvieran tan solo 10 años, su instinto de supervivencia, su respuesta inmediata ante el peligro, su previa cautela, el mundo los había hecho fuertes desde muy pequeños....

Llevaban una semana viajando en el mar, Konan estaba sanada por completo, habían reunido bastante provisiones y no tenían preocupaciones por el momento, el día era hermoso, parecía que todo iba a transcurrir sin ningún evento

Nagato: — Di tuviéramos dónde cocinar los peces tendríamos otra fuente de alimento — sentado en la parte delantera del bote, divisando el horizonte por si ve algo

Yahiko: — No se puede hacer nada con eso, tendremos que resistir con las frutas y hojas — ubicado cerca del mástil, navegando a quién sabe dónde

Konan: — Solo espero que lleguemos a tierra pronto, ya llevamos bastante en el mar — visualizando si nadie los sigue en la parte trasera del bote

— Así que ustedes son los elegidos..... — una voz gruesa y grave resonó a través de sus oídos, mente y corazón......

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⏰ Última actualización: Jan 22, 2020 ⏰

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Los tres Chicos BendecidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora