Alguna vez... un idiota. ErenMin. (Historia Corta)

Gran regreso

- ¡Bienvenido a casa!- Grito la tía Rose en cuanto me vio abrir la puerta.

Hace mucho tiempo que no estoy aquí. Recuerdo que decidí irme de este lugar debido al sufrimiento que pasaba.

-Dime mi niño ¿como te va en tu nuevo trabajo?- Pregunta Rose

-Excelente tía. Siempre quise ser enfermero y ahora lo soy.

-Me alegro mucho hijo. Yo sabía que tú lo ibas a lograr. Y dime, ¿cuando te dignaras a presentar a la novia? -Pregunto en tono curioso-

-Cuando tenga una, tía - Sonríe.

-No será que tú ...

Justo en ese momento, la puerta se abrió, y la escandalosa de mi prima Christa corrió hacia mis brazos.

- ¡Primiiis! Que bueno que nos visitas.

-Ya te extrañaba primis. -Correspondí a la emoción-.

Cenamos los tres solos. Yo no hacía otra cosa que hablar sobre todo lo que me había sucedido después de volver a mi ciudad de origen. Les conté sobre mi trabajo en el hospital y sobre la fundación para niños con cáncer en la que soy asistente.

Les conté de todo, pero en mi relato jamás toque el tema del amor, pues creo que es algo que no siento desde hace tiempo.

La prima Christa me invito a salir con ella a un bar. Yo acepte encantado. A pesar de que ya tengo 26 años, jamás me he puesto ebrio, y tenía la curiosidad.

En cuanto entramos, pude notar a dos chicas besándose frente a nosotros. Cuando mire al rededor me di cuenta de que mi prima me había llevado a un bar de ambiente lgtb.

-A mi no me engañas bebé, te conozco muy bien. -Dice ella golpeando juguetona con el codo- ¡Vamos guapo! Es hora de que conozcas a alguien.

-Te odio babosa -dije en tono burlón, un poco avergonzado.

Y era cierto, Christa era mi mejor amiga, sabía todo de mí. Era obvio que fuera la única de mis conocidos que se lograra dar cuenta que soy gay.

Pero como dije antes, yo jamás me había embriagado. A solo dos vasos, mi lengua estaba ya muy floja. Así que comencé a recordar el porque es que me duele tanto volver aquí.
...