Capítulo 5.

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Fue una buena semana para Nina, pues ella y Tyler habían conversado casi todos los días por whatsapp. Pero finalmente había llegado el día, luego de tanto hablar, iban a verse en persona otra vez.
Nina estaba nerviosa. No sabía ni cómo acercarse a hablarle.

(Mensaje recibido)
Ada: Hey amiguita. ¿A caso te has olvidado de mí? ¿Cómo te ha ido con Tyler? ¿Han hablado?
Nina: ¡Ada! Discúlpame por favor. Me siento terrible por no haberme contactado contigo en todos estos días. Pero sí, hemos conversado. Y ha sido todo tan maravilloso. Me cae muy bien.
Ahora estoy nerviosa ya que hoy lo veré en persona y no sé ni cómo acercarme a él.
Ada: Wooow, ya tengo nuevo cuñado jajaja. Tranquila vaquera. Sólo sé tú misma. Acércate, di "hola" y deja que todo fluya.
Nina: Shhh, ya basta con tus cargadas. Lo intentaré. Espero que todo salga bien. Hasta pronto.
Ada: Está bien, está bien. Ya cálmate. Okey, adiós.

(5 p.m)
Nina estaba en casa de su Líder, la cual vive a unas cuadras de la iglesia, por eso iba a irse a capacitación caminando.
Y ahí estaba, rumbo a volver a encontrarse con Tyler. Estaba nerviosa, le sudaban las manos y le dolía el estómago. Respiraba profundo para tratar de tranquilizarse.
Dobló en la última esquina que quedaba antes de llegar a la iglesia, en ese entonces los nervios comenzaron a intensificarse y creía que se le iba a salir el corazón del pecho.
Llegó, no había nadie afuera. Por eso entró al aula. Ya estaban todos. Y ahí estaba Tyler. Sentado. Tan lindo como siempre.
Nina lo miró rápidamente, bajó su mirada y tomó un asiento bastante apartado de él.
(...)
Después de la introducción por parte de los profesores, cada alumno empezó a contar su testimonio, por lo cual uno de los primeros fue Tyler debido a que se encontraba en los primeros asientos.
Nina escuchó atentamente. El testimonio de Tyler era realmente intenso, por lo cual no podía creer que se hubiese animado a contarlo frente a todos.
(...)
Finalmente llegó el tiempo del recreo.
Todos salieron, y justo afuera del aula, Nina se encontró casualmente a solas con Tyler. "Hola" dijo ella. "Hola", le devolvió él con una sonrisa.
En ese momento, no sabemos si por los nervios, o qué, Nina vio que Tyler llevaba una remera la cual marcaba todo su perfecto cuerpo tallado a mano, que decía "Argentina" en las mangas, y dijo "dice Argentina acá", mientras tocaba uno de sus brazos. A lo que Tyler sonriéndo contestó "sí".
Luego no siguieron hablando mucho más, por el contrario, cada cual se fue por su parte.

(...)
Llegó la noche. Nina ya se encontraba en su cama, pero aunque tenía muchas ganas de escribirle a Tyler, no lo hizo. Temía que él estuviese molesto por la reacción que ella había tenido.
Así que sólo se durmió.

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