El brillo perdido

El Brillo Se Apaga

Suena "el taxi", cosa que me despierta. Chillo, desesperada para que alguien apague esa música. Pero entonces me doy cuenta que es mi móvil. Es Ramón. Me acerco hacia la mesita de noche apartando una pegatina de Hello Kitty de encima de mi móvil y lo desbloqueo.

- Te apetece ir a hacer unos cubatas en el parque? - Dice Ramón.
Seguro que se habrá enfadado con sus padres. Le contesto que vale y me levanto de la cama. Me acabo la pizza que dejé encima de la encimera y me dirijo al armario. Me pongo ese mono del Alliexpress que tanto me gusta de estampado de cadenas. Me miro al espejo y me veo guapa. Cojo el Larios Rosé, mi copa favorita y me dirijo al ascensor en el que me hago varios selfies para colgar a instagram.

No hay nadie en la calle, seguramente sea por la hora. Miro el móvil, son las 5 de la tarde. Al llegar al parque, me encuentro a Ramón con unos amigos suyos gritando cosas de las suyas como fvck sapos, etc. Me dirijo hacia ellos, saludo a los amigos y beso a mi chico. Enciendo mi altavoz, pongo algún tema de dembow y me preparo uno de los cubatas que tanto me gusta de Larios Rosé y zumo de Sandía del Mercadona. Ramón, con la sonrisa esa que siempre pone que tanto me gusta, se acerca y me toca el culo.
-Ramooon, déjame ya que no me gusta que me toques el boty delante de tus amigos.
-Laura, tu sabes que eres solo mia, no? Anda no bebas tanto que luego vas enseñando las bufas.
-No soy de nadie y enseño las bufas si quiero, gilipollas. - le dijo enfadada de verdad.

Odio que diga cosas así, yo hago lo que quiero. Ya me está empezando a subir los 3 cubatas que he bebido, me dan ganas de subirme a la meva y bailar. Cuando me subo a la mesa para bailar, Ramón me coje de la mano y me intenta bajar. Yo, al ver esa reacción tan celosa por su parte, le doy con el pie en la cara para que pare. Me tiene arta.
-Ramón como no pares me voy a casa.
-Yo no voy a parar hasta que te bajes.
Con el cabreo que llevo encima, cojo y me voy bien arrecha sin poder caminar recto a causa del alcohol.
Cuando estoy a medio camino de casa, me doy cuenta que me he dejado mi botella de Larios. Voy al parque de nuevo, cojo la botella, insulto a Ramón y me vuelvo a casa.

-Mamaaa abreme que quiero entrar.-Mi madre abre la puerta, me riñe por haver vuelto a beber y me encierro en mi habitación.
Me estiro en la cama y me envuelvo con la sábana. Que asco me da Ramón, tal vez lo dejo. Tras estar indecisa, cojo el móvil y grabo un insta story preguntado a mis seguidores si lo debo dejar.