La coupe del abuelo

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Era el año 1998, un niño de cinco años llamado Federico estaba ayudando a su abuelo a limpiar un viejo galpón que estaba en la parte trasera de su casa. El galpón era enorme, estaba lleno de mugre y herramientas. En un momento, mientras su abuelo ordenaba unas cajas, Federico vio algo que le llamo su atención, unas cajas apiladas sobre un objeto que estaba tapado con una lona muy grande.

-Fede: ¡Abuelo! ¡abuelo! ¿Qué es lo que hay ahí? ¿Qué es lo que está debajo de la lona?

El abuelo se acercó a Fede y le dijo:

-Abuelo: “Es mi viejo auto”.

-Fede: “WOOOW podemos verlo?” dice Fede con mucha emoción- Su abuelo sabía muy bien que a Fede le fascinaban los autos.

-Abuelo: ¡Claro que sí! Ayúdame a sacar las cajas que tiene encima.

El niño, más emocionado que nunca empezó a quitar todas las cajas que pudo hasta que no quedó ni una encima del auto.

-Fede: ¡quítale la lona!, ¡quítale la lona!-Repetía Fede con emoción.

El abuelo tomó la lona con sus dos manos y tiró de ella hasta destapar todo el auto.
Fede quedó asombrado, era hermoso. Tenía un color gris medio desgastado por el tiempo y cuatro faros redondos en su parte delantera. Se veía potente, el niño nunca había visto un auto así.

-Fede: ¿Que auto es abuelo?- Preguntó muy confundido.

-Abuelo: Es una coupe Torino

-Fede: ¿y es rápido?

-Abuelo: era el más rápido en su época, nadie podía ganarle- El niño todavía no podía quitarle los ojos de encima al auto.

-Fede: ¿funciona? ¿Podemos usarlo?- preguntó.

-Abuelo: no creo que sea posible, rompí el motor hace muchos años haciendo de las mías con el auto.

Fede se desilusionó muchísimo, él quería escucharlo en marcha y dar un paseo en él con su abuelo.
-Fede: algún día lo arreglaremos abuelo, y podremos salir los dos juntos en él, te lo prometo.
El abuelo al ver la reacción de su nieto se puso a recordar los buenos momentos que había pasado con ese auto, su corazón se llenó de emoción y dijo:

-Abuelo: ¿y porque esperar? ¿Porque no empezamos ahora? ¿Te animas?

-Fede: ¡Siiiiiii!

Fede y su abuelo empezaron a trabajar en el auto, mientras su abuelo desarmaba, le iba explicado a Fede para que servía cada cosa.
Todas las semanas Fede iba a la casa de su abuelo al menos una vez para poder trabajar juntos en el auto y se lo pasaban de lo mejor. Así durante muchos meses. Hasta que un día pasó algo terrible; el abuelo de Fede había muerto.
El niño al enterarse no solo se entristeció muchísimo, sino también perdió las ganas de trabajar en el auto.
Pasaron los años y mientras Fede crecía el auto quedaba cada vez más como un recuerdo borroso en su memoria.
Muchos años después de la pérdida de su abuelo, este niño de solo cinco años había crecido, ya tenía dieciocho, y como todo joven de su edad, soñaba con tener su primer auto.
Había recorrido todas las agencias de autos de segunda mano que encontró, pero ninguno de los autos que tenían le gustaban, todos eran feos, parecían de juguete.
Una noche en una cena familiar estaban todos viendo un álbum de foto viejas recordando viajes y momentos divertidos. En un momento, Fede vio una foto que le llamó la atención, era una foto de él y su abuelo trabajando en el viejo Torino, sus ojos se llenaron de lágrimas.

-Fede: Mamá, dijo Fede con voz temblorosa mientras se secaba las lágrimas.

-Mama’: ¿qué pasa hijo? ¿Porque estas llorando?

-Fede: ¿Qué paso con el auto del abuelo? ¿Dónde está?

-Mamá: sigue guardado en el viejo galpón de siempre

-Fede: ¿En serio?

-Mama: sí, nunca quisimos venderlo porque es el único recuerdo que nos quedó del abuelo

-Fede: ¿crees que pueda comprarlo para mí? Le prometí al abuelo que algún día lo arreglaríamos y saldríamos los dos a divertirnos en el auto- La madre al escuchar esto se puso de pie y fue hacia una repisa llena de polvo y tomó unas llaves.

-Mama: toma Fede, son las llaves del galpón y del auto, puedes ir cuando quieras por él.

Fede se levantó de un salto y abrazó a su madre entre llantos y lágrimas.

-Fede: Gracias mamá, muchas gracias-  le dijo el joven a su madre.

Al día siguiente Fede fue al galpón, encontró al viejo auto cubierto con una lona, y sin pesarlo dos veces le quitó la lona y se puso a trabajar como lo hacía con su abuelo.
Pasaban los meses y el proyecto tomaba forma poco a poco, pero había un problema, los repuestos eran muy caros y escasos, pero Fede no iba a dejar que esto lo detenga, recorrería todos los desarmaderos del país si hacía falta para conseguir los repuestos del auto.
Un día navegando por internet, buscando repuestos para el auto encontró un grupo sobre Torinos, no dudó en entrar y contar su historia a todos los miembros del grupo, les conto su situación y que soñaba con devolver a la vida a ese vieja Coupe. Al poco tiempo la gente del grupo empezó a escribirle mensajes pidiéndole su dirección para poder enviarle las partes que le faltaban para completar su auto.
Fede no sabía cómo agradecer a todos los miembros del grupo que lo estaba ayudando, uno a uno les paso su dirección y poco a poco los repuestos fueron llegando. Una vez que todos los repuestos habían llegado, los llevo al galpón y se puso a trabajar de inmediato. En pocos días el auto estaba terminado, solo hacía falta ponerle nafta y darle arranque. Juntó tres bidones que había en el galpón y fue a comprar nafta, a los pocos minutos volvió con los bidones rebosantes de combustible, llenó el tanque, reviso todo por última vez, se sentó tras el volante y se dispuso a darle marcha. El joven cerro los ojos y le dio arranque, la vieja Coupe encendió al instante, el motor gritaba y el auto se hamacaba de lado a lado, el piso y las paredes del galpón vibraban con cada acelerada.
Fede no pudo contenerse más y rompió en llanto dentro del habitáculo del auto.

-Fede: lo logramos abuelo, después de tanto tiempo lo logramos, por fin el auto está listo para que podamos salir juntos, que lastima que ya no estés a mi lado”

FIN

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⏰ Última actualización: May 04, 2019 ⏰

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