Dorado, México
Los Muertos habían vuelto, no habían aprendido la lección...
Soldado 76 volvió a por ellos, eran peor que una plaga. Les asaltó y acabó con ellos. Pero no contó con una trampa...explotó el edificio entero. Los Muertos escaparon, después de encerrarle dentro. La explosión le lanzó varios metros, con escombros incluidos. Quería irse, pero estaba demasiado herido como para hacerlo. Sangraba de un costado por cortes profundos, entre otras lesiones internas...necesitaba ayuda, y solo había una persona en aquel lugar a la que podía acudir. Se dirigió hacia allí, a altas horas de la noche y, para su suerte, estaban las luces encendidas...Panadería Las Nieblas. Entró dentro, y ambas estaban allí.
-Ayuda...-dijo 76 antes de caer de rodillas.
-Voy a llamar al hospital-dijo la madre de la adolescente
-¡No!- la interrumpió Alejandra-¡No los llames!
-¿Por qué? Esta malherido.
-Si llamas al hospital, los Muertos se enterarán, ¡mamá, le matarán!
-¿Por qué quieres hacer eso, Alejandra? Podría morir si se queda aquí...y no le conocemos de nada...
-¡Él me salvó de los Muertos! ¡Tenemos que ayudarle! Por favor, mamá...
-...Llévale a la habitación al lado de la tuya, rápido. Voy a por el botiquín
-Gracias, mamá...-se acercó al soldado para ayudarle-...vamos, arriba...
76 se puso de pie con su ayuda y ella le llevó a la habitación, y le ayudó a echarse. Al poco, la madre entró, cogió una silla y se sentó enfrente de la cama, y Alejandra se sentó de rodillas junto a ella. Alejandra le abrió la cazadora y la madre le subió la camisa
-Dios mío...-se aterrorizó la madre al ver las heridas-...es mucho peor de lo que pensaba...A ver qué puedo hacer...
La madre empezó a limpiarle las heridas y a cerrarlas con puntos. Cuando cerró todas, Alejandra la ayudó a vendarlas.
-Ya no podemos hacer más por ahora...que sea lo que Dios quiera...-dijo la madre al terminar-...voy a terminar abajo, vete a la cama si quieres, mija.
-Sí, mamá...-la contestó Alejandra
Ella se quedó un rato mirando a su héroe antes de irse a su habitación. "Gracias" pensaba. Se fue a su habitación, se lavó los dientes y se echó en la cama. A veces, le oía quejarse levemente de dolor. "¿Sobrevivirá?" pensaba al oírle cada vez. A la mañana siguiente, Alejandra le curioseó las heridas. Para su sorpresa, sólo le quedaba la herida seria del costado; las demás, ya las tenía casi pasadas. Miró su cara, por encima de la máscara sobresalía una cicatriz. La curiosidad movió su mano para quitarle la máscara y ver cómo era. De repente, no podía mover su mano, el soldado la tenía agarrada.
-Ni...se te ocurra...-dijo el soldado, despertándose de repente
-Perdón...-dijo ella, triste
Alejandra fue a su habitación y a los pocos minutos, volvió con un libro entre sus manos, se sentó frente a la mesa de la habitación, abrió el libro y retomó su lectura que había comenzado hacía poco tiempo.
Después de bastantes pasadas de hoja, uno de los dos comenzó a hablar
-¿Qué estás leyendo?-preguntó el soldado, hacía mucho que no había podido abrir un libro por falta de tiempo.
-Overwatch, desde que se creó, sobre lo que hizo en la Guerra Ómnica, hasta que fue suspendida, y sospechas sobre su reaparición clandestina.
-Sólo leerás patrañas y mentiras, pocos saben lo que sucedía allí dentro...
Alejandra dudó, pero aun así siguió leyendo...y no todo lo que estaba escrito la encajaba.
Los días fueron pasando poco a poco, y Soldado volvió a las andadas contra los Muertos. Pero contaba con una pequeña e importante ayuda, Alejandra. Se enteraba de dónde estuvieron, están y estarán todos los Muertos, porque no se preocupaban de ocultar las localizaciones, para que 76 pudiera acabar con aquellos que destrozaban Dorado desde dentro. Aunque algo les pilló a ambos por sorpresa, acabaron confiando el uno en el otro y una amistad se entabló entre ellos.
Un día, Alejandra, al volver de la escuela, venía enfadada, y tanto su madre como 76 se percataron de ello. La madre no estaba muy segura sobre lo que hacer, Alejandra estaba en una época difícil, no era ni una niña ni tampoco adulta.
-Ya me encargo yo- la dijo Soldado, antes de dirigirse hacia la habitación de Alejandra.
La puerta estaba abierta y Alejandra estaba sentada en su cama con los brazos sujetando las piernas y la cabeza apoyada en ellas.
-¿Puedo pasar?-dijo 76
Alejandra asintió
-¿Por qué estás enfadada? No es propio de ti
-Todo el mundo dice cosas diferentes sobre Overwatch, ¡y ya estoy harta!. Que si eran buenos, que si eran malos, que si no pudieron detener a todos los malos, que si eran corruptos, que si eran héroes, que si eran incapaces de mantener la paz... ¡Arg! ¡Es desesperante!
-No todo el mundo conoce la verdad, y quizá algunos, solo partes...
-¿Pero entonces, cuál es la verdad?- dijo Alejandra antes de mirar hacia el póster de los Protectores, que estaba a su izquierda-...yo solo quiero saber quiénes eran ellos...y a veces hasta dudo si alguien como tú es bueno o malo...
Hubo un momento de silencio, y 76 tomó una decisión. Se quitó la máscara y la dejó a su lado.
-Me llamo Jack Morrison, fui el líder de Overwatch durante veinte años. Superamos la Crisis Ómnica y aseguramos un futuro mejor. Fueron buenos tiempos...pero no duraron. Surgieron indeseables por todo el mundo: París, Numbani, Río de Janeiro, Dorado, Seattle. Mucha gente decía que no éramos capaces de mantener la paz. Hubo protestas. Se dijo que nosotros éramos el problema. Exigieron mi cabeza...y casi la consiguieron. Era una conspiración. Atacaron Overwatch desde dentro y desde fuera. Hicieron estallar el cuartel general...conmigo dentro. Me dieron por muerto...en parte tenían razón. Pero la guerra, sigue. Por eso ahora trabajo en secreto, dando caza a todos aquellos que acabaron con Overwatch. Alejandra, no pienses que soy un justiciero, en realidad, solo soy un soldado...
Alejandra se mantuvo callada, comprendiendo todo
-Entonces, todo lo que dicen es mentira, ¡Conspiraron contra vosotros!
-Llegaron a derramar sangre, o al menos, intentarlo.
-¿Y el Overwatch de ahora?
-Acoge a héroes que pasaron la crisis, los que surgieron contra lo que no es justo y los que luchan por los que no pueden hacerlo. Solo héroes, nada más.
-Son buenos entonces...
-Ajá
-Gracias...-dijo Alejandra-...Jack
-De nada...soldada.
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Eres mi héroe
FanfictionSoldado: 76 vuelve a Dorado, después de los sucesos de "Héroe". Pero algo sale mal y debe confiar en alguien a la que solo ha visto una vez. ¿Lo ayudará? Puede que esa ayuda cambie sus vidas de una manera que no esperaban.