Me mire en el espejo de cuerpo entero por lo que parecía ser la milésima vez en la mañana. Mire desde mis botas militares negras, mis jeans gastados, mi sweater rosa claro, y el desaliñado moño en mi cabeza, mis lentes sin aumento completando mi atuendo. Suspire pesadamente acomodando la camisa que llevaba debajo del sweater. Esto sería más difícil de lo que parecía, no tenía la más remota idea de cómo actuar como una nerd.
Dos golpes en la puerta me sacaron de mi triste contemplación, mi hermano asomo la cabeza por una rendija.
- ¿Estas lista Kate?-me pregunto con una encantadora sonrisa. Su nuevo corte de cabello le sentaba de maravilla.
-Seguro, solo déjame tomar mi bolso Ky-le dije en voz baja caminando hacia mi cama.
- ¿Iras así vestida?-me pregunto y cuando voltee a verlo él estaba de pie en la puerta de mi habitación frunciéndome el seño.
Llevaba una camiseta blanca, unos pantalones holgados que se le caían por detrás, la mochila colgada casualmente de un hombro y una gorra de ala plana colgada de su pantalón. Sonreí, me alegraba de que mi hermano cambiara su apariencia por esto, obviamente ya harto de que nadie lo notara.
-No te ves tan patético ahora-le dije divertida ganándome una sonrisa.
-Si bueno, creí que estaría bien que ambos estuviésemos mas juntos esta vez, pero creo que tienes otros planes-dijo incomodo.
-Pensé en ir de perfil bajo-murmure sintiéndome repentinamente mal.
- ¿Por qué?-pregunto mirándome con determinación, sospechando muy acertadamente mi razón. Baje la mirada a mis manos.
-Por nada, solo vayámonos-murmure empujándonos fuera de mi habitación.
Bajamos las escaleras hasta la sala y gritamos en despedida mientras salíamos de la casa. Nos montamos en el coche de Kyle y partimos al nuevo instituto.
<<Nuevo instituto. Nueva Katelyn>>
Pensé para tranquilizarme. No podía volver a cometer el mismo error y la única manera de hacerlo era si me mantenía alejada del cuerpo estudiantil adecuadamente.
-Entonces... ¿Cuál es tu plan, exactamente?-me pregunto mi hermano mirándome de reojo.
-Mantenerme alejada y perfilarme como la nueva nerd del King Cross-dije simplemente, porque el verdadero plan era enserio esa simpleza.
- ¿Por qué?-me preguntó confundido.
-Porque quiero hacerlo. Tengo que hacerlo-le expliqué rogando porque no me diera un sermón.
-No tienes que hacerlo. Es un nuevo instituto, puedes empezar desde cero-me dijo entusiasmado.
-Ya tome una decisión Kyle, no voy a cambiarla-dije abruptamente, enfadándome con él por no comprender mis motivos. Enfadándome conmigo misma por darle un poco de razón. Enfadándome por lo que había pasado. No era justo, nada lo era y lo odiaba.
-Lo sé y no pretendo forzarte a que la cambies. Solo ten cuidado Katelyn, porque si vas a fingir ser una nerd tendrás que poner mucho empeño en ello-me dijo con preocupación.
Sabía a lo que se refería. Debía dejar de hacer comentarios sarcásticos, dejar de saltarme clases, de hablar en el salón. Debía dejar de ser yo misma y transformarme en lo opuesto. Asentí en silencio y mire como nos estacionábamos en el aparcamiento del instituto, ambos nos bajamos del coche y caminamos hacia el interior yendo directamente a la recepción.
La secretaria, una mujer joven y con demasiado maquillaje, nos atendió inmediatamente entregándonos nuestros horarios, llaves del casillero y explicándonos como llegar a nuestro salón. Gracias a que yo era solo un poco más de nueve meses menor que Kyle, compartíamos grado e incluso edad. Él tuvo 18 a principios de febrero y yo los tendría a mediados de octubre.
Caminamos en un silencio incomodo por los pasillos recibiendo miradas de los pocos alumnos que rondaban por los pasillos, logrando ponerme incomoda. Demonios, esto no era el primer día de clases donde todos pasan desapercibidos. Esto era mediado del trimestre, donde no era normal tener alumnos nuevos. Obviamente no pasaríamos desapercibidos.
Me maldije interiormente y me detuve frente a una puerta que nombraba A9 en la puerta, haciéndome saber que era nuestro salón. Mire a mi hermano y él me sonrio animadamente, haciéndome saber que él estaba conmigo.
Ky golpeó la puerta y esperamos pacientemente a que él profesor o profesora viniera a abrir la puerta:
- ¿Qué se les ofrece?-nos pregunto un gordo pelón frunciendo el seño hacia nosotros.
-Somos los nuevos-respondió mi hermano casi sin dejarlo terminar, suprimí una risa.
El profesor me mandó una mirada sucia, obviamente ofendido de que encontrara divertido como le faltaban el respeto. Se hizo a un lado de la puerta y nos ordenó pasar con un movimiento de cabeza. Lo hicimos y nos quedamos parados de espaldas a la pizarra mirando hacia el resto de la clase.
El profesor se aclaro la garganta, llamando la atención de los pocos alumnos que aun no estaban mirándonos con ojo crítico. Gruñí internamente ante tanta sorpresa por solo dos alumnos nuevos y mire al profesor con impaciencia, esperando a que nos presentara para así poder ir a sentarme en algún banco libre.
-Clase, estos son sus nuevos compañeros. La señorita Katelyn Smith y el señor Kyle Smith-nos presento ondeando una mano hacia nosotros-Tomen asiento-nos dijo luego volviéndose a sentar en su escritorio.
Kyle me miro y yo rodé los ojos sin darle importancia. Caminé hasta unos asientos vacios en la esquina del salón y me senté allí junto a mi hermano detrás de mí. La clase entera soltó una exclamación cuando nos vio sentar allí, no entendí porque ya que los lugares estaban vacios y aun quedaban otros tres asientos.
Los siguientes veinte minutos de clase fueron todo menos interesantes o entretenidos. Claro, para mí. Los demás estaban muy serios mirándonos a mi hermano y a mí, lo cual ya estaba empezando a desesperarme.
De un momento a otro la puerta del salón se abrió de golpe y por ella pasaron tres chicos riendo fuertemente, la clase entera contuvo la respiración y bajo la mirada a su banco. Ellos siguieron de largo y se vinieron a sentar en los asientos libres a nuestro alrededor. El que parecía más joven y serio de los tres frunció el seño en mi dirección y se detuvo frente a mi banco.
- ¿Qué haces?-me pregunto mirándome a los ojos.
-Nada-conteste como si nada. ¿Qué le pasaba?
- ¿Y entonces que estás haciendo sentada ahí? Este es mi lugar-me explico frunciendo el seño aun más. Lo imité.
-No es tu lugar, no tiene tu nombre y cuando me vine a sentar estaba vacío-dije duramente y me patee a mi misma por no cerrar la boca por una vez y mantenerme lejos del público.
Él se me quedo mirando por unos segundos más, una mirada que me dejo petrificada en mi lugar, antes de rodar los ojos y sentarse en el banco de delante de mi murmurando algo como Vaya, una nerd me desafió. Nuevo.
Una libreta aterrizó en mi banco un minuto después, mire hacia arriba encontrándome con el mismo chico sonriéndome inocentemente:
-Se una buena nerd y toma notas por mi ¿Si?-me dijo con burla antes de voltearse en su lugar.
Arquee una ceja hacia él y pase mi lengua por mis dientes reprimiendo las ganas de chillarle. Tomando un marcador fluorescente de color rosado me fije en el nombre del chico en su libreta.
Liam Ryder.
Sonreí traviesamente y abrí una página en blanco de la libreta. Con el marcador escribí en letras grandes y claras "Liam es un idiota" y luego llené los espacios vacios con pequeños corazoncitos. Sentí como alguien se reía aun lado de mí y gire la cabeza encontrándome con unos extraños ojos cafés que me sonreían con diversión. Uno de los amigos de Liam.
Le sonreí de vuelta y él rió negando con la cabeza, divirtiéndose de mi atrevimiento, supongo.
Cuando el timbre del receso sonó me pare del asiento y tome mi bolso apurándome a la salida junto con Kyle. Deje la libreta de este chico por el camino y no tuve que voltearme para saber la reacción que tuvo. La risa de sus amigos y la penetrante mirada que sentía sobre mi fueron suficientes para hacerme sonreír.
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Troublemaker
Teen Fiction《Las personas que saben hacerte reír de verdad son las únicas por las que, inevitablemente, vas a tener que llorar algún día》