Quédate

Dieron las siete con treinta y Jiang Cheng ya estaba parado junto a la puerta poniéndose la chaqueta y revisando sus bolsillos para no olvidar nada; teléfono, llaves, cartera, tomó su mochila y dijo en voz lo bastante alta para que Lan XiChen pudiera escucharlo.

-¡Ya me voy!

XiChen apareció en el borde de la escalera con el teléfono pegado a la oreja y le hizo señas para que esperara.

-¡Un segundo!- dijo, un momento después se despidió de la persona al otro lado de la línea y bajó las escaleras colgando el teléfono al llegar con él.

-¡Lo siento! He estado al teléfono toda la tarde...-

-Está bien, estás ocupado, no importa - dijo Jiang Cheng

-¡Espera! Te lo compensaré, salgamos a cenar-

-No puedo, tengo que irme a casa ahora...

-¿Por qué?- dijo XiChen pasando las manos por detrás de la espalda de Jiang Cheng, justo arriba de su cadera, éste sonrió contra su voluntad porque sabía a donde iban con ese gesto

-Tengo tarea-

-Puedes hacerla aquí-

-Mis libros están en casa-

-¡Para eso existe el internet!

-XiChen...- dijo el chico inclinándose hacia él con ojos penetrantes -despídete de mí, ya me voy-

Lan XiChen dejó escapar un suspiro de derrota y lo atrajo hacia sí con un abrazo, lo besó en los labios, pero XiChen nunca besaba solo su boca; besaba también sus mejillas, su barbilla, su nariz, Jiang Cheng sintió su pulso acelerarse cuando sintió el aliento tibio de XiChen pasearse por su rostro, esa manera de besar lo volvía loco, era tierno, era cálido, era tan extraño. Nunca había conocido a alguien que besara así.

-¡Quédate!-

-...Ya te dije que...-

-No, quédate, pasa la noche aquí conmigo-

Ante la propuesta Jiang Cheng se separó un poco y lo miró fijamente, hasta ahora nunca lo había invitado a quedarse, XiChen le devolvió la mirada con ojos dulces, aunque había una chispa ahí, nunca habían dormido juntos, tenido sexo sí, pero nunca habían dormido juntos como si fueran... como si fueran una pareja.

-Ahh, pero... yo, humm ¡tengo tarea! Y es entre semana, ¿cómo se supone que me vaya a la escuela de aquí mañana? ¡No tengo ropa para cambiarme!-

-¡Te presto ropa!-

-¡No tengo pijama!-

-No la vas a necesitar- sonrió XiChen con esa mirada.

Jiang Cheng se soltó del abrazo y frunció el ceño, XiChen bajo los ojos con tristeza y entendió que había ido muy lejos, dio un paso atrás para darle espacio y dijo:

-Tienes razón, es noche de escuela, debes pensar en tu educación-

Jiang Cheng tomó su mochila y se dispuso a salir, apretó los labios y miró de soslayo a XiChen que dijo con su sonrisa habitual.

-¡Que descanses A-Cheng!-

-El viernes...- dijo ante la sorpresa de XiChen -el viernes me quedo contigo, ¿ok?-

Lan XiChen asintió con apariencia apacible y Jiang Cheng huyó del departamento tan rápido como pudo.

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A Jiang Cheng le había costado mucho trabajo sentirse cómodo en casa de XiChen al principio, era un lujoso departamento en el Upper East Side, con amplios ventanales que daban a Central Park. Algunas tardes las nubes estaban tan cerca de las ventanas que parecía que podían tocarse. Arriba estaba la oficina de XiChen desde donde todos los días había estado tratando de reconstruir su empresa después del caos que había causado Jin GuangYao y toda esa horrible situación.