20 de Enero, 2019
Aquella tarde de verano me encontraba saliendo de mi hogar para dirigirme a una nueva cafetería. Quizás, al estar tan cerca de mi hogar podría comenzar a desayunar allí, quién sabe.
Al llegar a aquel sitio divisé un cartel donde decía que buscaban nuevos empleados, hice caso omiso, realmente no me interesaba trabajar en verano. Debía ponerme a estudiar y leer libros porque faltaba un mes para comenzar el tan "preciado" colegio.
Al entrar hice lo que cualquier cliente habitual haría; me senté y esperé a que algún empleado tomara mi órden. Sólo pedí una cosa, no había ningún bocadillo que llamara mi atención así que simplemente pedí café.
El mismo que tomó mi órden no fue el que me trajo mi pedido, pasé de ello y al recibirlo en menos de un segundo se encontraba esparcido por toda mis ropas. Enrojecí de la furia, indignada de la torpeza de aquel empleado (que al parecer sin experiencia) había ocasionado tal barbaridad, manchando mis prendas más preciadas.
El chico sólo espetó con arrepentimiento un "Lo siento". Me levanté indignada y el dueño del lugar para evitar "mala racha" al ser estrenado hoy día, me pidieron amablemente que degustara lo que quisiera, que la casa invitaba.
Me quedé un largo rato, y al parecer el joven arrepentido había acabado su turno.
Como si mis pensamientos hubiesen llamado a aquel chico, se acercó.
—Hola, lamento lo de antes.
—No hace falta, ya pasó mi indignación. Todo está olvidado. —Dije intentado parecer como si ya me hubiese calmado. SEGUÍA OFENDIDA.
—Perdón por ser tan torpe. —Dijo haciendo un puchero y mirando hacia el piso. No quiero decir nada, pero me causó ternura ese gesto y me olvidé por completo de continuar ofendida.
—En serio no importa... —Suspiré —Qué tierno aquel gesto. —A veces odiaba mi brutal sinceridad. En casos como estos sólo provocaba situaciones incómodas que todos queremos evitar.
Instantáneamente aquel chico se sonrojó, sonrió y miró hacia otro lado. Sus ojitos marrones y rasgados, eran profundos, provocaban perderte en ellos, como si de arte se tratara yo ya estaba atrapada en aquellos ojos...
Me quedé atrapada un largo rato, hasta que él reaccionó. Ambos nos habíamos quedado mirando sin sentido al otro.
Sin avisar agarré mis cosas rápidamente y me despedí, abandonándolo, sin saber que ya no lo vería por un tiempo.

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Dear Stranger | JK
FanficY ese día que te vi, aquel día donde derramaste aquel café sobre mis ropas, en una tarde de verano... Jamás llegué a pensar que tú serías mi perdición.