30 de mayo de 2016 22:39
Era un hermoso día, el sol, las pocas nubes , los pajaros cantaban, las olas rompían en la punta del barco y la brisa era de lo mas fresca. Buen día para navegar- pensé.
Era el cumpleaños número nueve de mi pequeña hermana Ágata y me lo había pedido desde su quinto cumpleaños cuando le regalé un cuento de piratas (claro que tuve que convencerla de que no existian.)
-Luna! Luna! Ven a ver esto, es increible!- dijo Ágata apuntanto con su dedo índice.- podemos ir? Si? Podemos?
Al girarme vislumbre un gran barco de cuatro pizos, con una cascada que salía del tercer piso y caía al mar. Era elegante como un palacio, tenía plantas y enredaderas, parecía magico y acogedor, sí que era asombroso.
Me pregunto... de quien será...
Ágata me mira esperando respuesta. Mientras en mi cabeza pienso (Es su cumpleaños no le puedes decir que no, pero... no sabes de quién es, puede haber alguien dentro)
(Bueno le servirá de aventura, además es su cumpleaños.)
-Por supuesto que sí - dije por fin, después de tanto pensar.
Ágata empezó a saltar de la emoción. -Pero con una condición- dejo de saltar, no le gustaba que la retuviera- tienes que ser de lo mas silenciosa y cuidadosa, recuerda que no sabemos de quién es el hermoso barco.Y así lo hicimos, nos acercamos a aquel barco y lo abordamos.
-Ágata, con cuidado, pisa con cuidado- le susurre. Asintió y siguió caminando de puntitas como en una película de detective. Pasamos la puerta y nos adentramos a la extraña habitación, parecía una sala de estar con muebles grandes y peludos de color tinto.
También habia cuadros colgados de personas elegantes, y un edificio que me parece es un castillo del rey Arthur IV.
(Tal vez es la familia de su hechicero Robin Scandel.) - pensé.
Cruzamos la sala y había unas escaleras en frente, cuando escuchamos pasos tomé a Agata y nos ocultamos tras un armario o algo por el estilo. Creo era una mucama que estaba buscando algo.
(Espero que no sea a nosotras.)
No encontró lo que buscaba y salió.- Listo, se fue, podemos seguir?- me preguntó Ágata, a lo que yo asentí.
-Camina por donde yo camino y no te quedes atrás.- Subimos las escaleras y había un pasillo largo que llevaba a cuatro habitaciones y al fondo mas escaleras.
- Dime, hasta donde quieres ir?- se encogió de hombros y apuntó hacia la escalera así que seguimos el paso y nos detuvimos al escuchar la voz de un señor, pegandonos a la pared.
Le hice a Ágata una seña de que guardara silencio.Al ponerle atención a las voces que se escuchaban puede notar que hablaba sobre un libro llamado el PocMent y de que debía conseguirlo a toda costa.
Tambien habló sobre una hechicera con su varita color plata con el diamante de la familia de Antasia.
Mire a Ágata que parecía sorprendida pero no le tome importancia, el señor estaba muy molesto y ella no había escuchado a alguien tan molesto desde que papá perdió su rueda de madera austrina.
Cuando el señor por fin terminó su historia y corrió a su ayudante de la habitación. Sin saber que hacer, tomé mi varita y conjuré el hechizo de invisibilidad.
El mayordomo salió de la habitación cerrando las puertas detrás de él , con su rostro algo preocupante y después bajo por las escaleras.Mi hermana y yo soltamos el aire que estabamos retuviendo y seguimos caminando.
Con forme íbamos caminando deshice el hechizo y cuando llegamos a las escaleras, las subimos y lo que vimos nos dejo con la boca abierta.Frente a nosotras se encontraba la guarida del hechicero mas grande que habiamos visto. Ni la de nuestro bisabuelo Federico estaba tan grande, y era ayudante del rey de Antasia.
Había cientos de estanterías con libros de todos tamaños y colores, un gran escritorio y utileria para hechicero era de lo mas grandioso que mis ojos hayan visto.
Mientras que a Ágata sólo le gustó por una cosa.Subiendo unas escaleras de madera se llegaba a un sillón que estaba frente a la ventana que no era una ventana, sino una puerta. Delante nuestro teníamos a lo que parecía una esfera enorme, pero como una pantalla en la que podía verse cualquier cosa de este mundo y de cualquier otro.
(El hechicero dueño de este lugar debe ser muy poderoso.)
Ágata se sentó en el sillón y mirando la pantalla dijo - Luna? La mire y me sente a su lado - Por qué crees que ese señor quiera tu varita?
Entonces descubrí por qué estaba tan asombrada.
(Mi varita... era mi varita... me la dio mi abuelo antes de morir y me dijo que fuera muy cuidadosa. Él sabía que era para mí y no se la dio a mi padre porque él se caso con una humana y dejó de ser hechicero. Yo salí hechicera y mi hermana humana.
Habló de que en mi futuro veía grandes cosas pero yo no veía nada mas grande que ir a la universidad de hechicería.Ágata al ver que no respondía dijo - si quieres podemos irnos ya, ese señor parece malo y no quiero que te quite tu varita.
Le sonreí, ella siempre tan linda.- Claro que no, es tu cumpleaños y te divertiras al maximo, además tengo curiosidad por saber por qué quiere mi varita y qué quiere hacer con ese libro suyo. Además, te daré el mejor día de cumpleaños de todos.-dije tocando su nariz, en un gesto que le hago siempre desde que nació.
Ágata se acercó, y me dio un beso en la mejilla y bajó la escalera.
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Desde otro punto de la habitación, Julio se encuentra observando la escena.
Abrió un libro de la estanteria y lo empezó a leer. Yo desde arriba la veía e intente ver la última busqueda en la esfera.
Era sobre el libro PocMent. Hecho por el primer hechicero de Antasia, desconocen el nombre pero era de una familia llamada Brinwud.El libro es tan poderoso que contiene los hechizos mas peligrosos de todos los tiempos.
Gracias al autor la ciudad de Antasia es conocida como la más magica de todas.
Espero que esa niña sepa lo que hace.-dijo Julio en forma de suspiro.