Witchcraft | Kookv

Parte única.

Me embrujaste, caí en tus encantos, viendo en esos ojos marrones el mismísimo infierno.

Te admiro ahí, durmiendo en mi cama, con las suaves sábanas blancas de siempre, cubriendo delicadamente tu cuerpo.

Suspiro, ¿acaso realmente sientes algo cuando te toco?.

No diré que he perdido el tiempo, que todas las noches en las que toqué tu cuerpo, y tu el mío, fundiéndonos en uno solo, no valieron la pena, porque si valieron.
Pero el vacío en mi corazón, este amor no correspondido que llevo conmigo, siento que me mata.

Porque no estás a mi lado, aunque ahora estés en mi cama, conmigo, pero en realidad no lo estás, sólo está tu cuerpo, no tu corazón.

Parece que mi corazón y mi mente no quieren aceptar que no eres mío, porque no puedo, no quiero dejarte.
Quiero más noches así, admirando, tocando, besando y marcando tu cuerpo, aunque al final sea en vano, porque esas horas en las que puedo fantasear con que eres sólo mío, se desvanecen cuando te veo tomar tus cosas, y cruzar la puerta de mi habitación, para saber que no eres mío, ni yo tuyo, que alguien más tocará y marcará esos lugares, y que tú dejarás hacerlo.

Porque alguien más puede hacer lo que yo contigo, porque no soy único, ni soy una excepción, y nunca lo seré.

Me siento bajo un hechizo, me siento un tonto.

Ya no es sólo tu cuerpo, tus sutiles curvas, que para mi son lo más hermoso de este sucio mundo, ni tu piel suavemente bronceada, ni tus piernas largas y firmes, ni tus clavículas que siempre dejas ver, esas que me insistan a marcarte.
Tampoco es ese peculiar y hermoso aroma que desprenden tus prendas.
Ni tampoco son tus gemidos, esos que a veces me engaño y creo que sólo yo soy capaz de causar, o tu hermoso cuerpo retorciéndose debajo mío, por mis toques.

Ahora es tu todo, tu risa, esa que pocas veces logré oír, pero que anhelo tanto volver a causarla. Tus ojos, que siento que devoran mi alma. Los lunares en ciertas partes de tu rostro. El aroma de tu pelo.
Tu forma de vestir, sencilla, pero única.

Pero tu no eres único, tampoco, como tú encuentro cualquier otro, eso lo sé, y también se que acabo de contradecir todo lo anterior dicho, pero es cierto, sólo que eres el único a quien mi estúpido corazón quiere.

Estoy embrujado, aferrado a ti, y siento que estoy ardiendo...

Márchate ahora, por favor Taehyung...
Te amo, te amo tanto que me duele verte y saber que tu nunca querrás nada más de mi, nada más que no sea mi cuerpo.

Nunca me amarás como yo lo hago.

Porque no sientes nada, ni por mi, ni por nadie.
Sólo ves cuerpos, sólo quieres ver abdominales y sentir placer.
Y yo era como tú, sólo quería sexo.
Y al principio también, sólo quería sexo contigo, hasta que me di cuenta que no era así, yo quería tu corazón, yo quería hacerte el amor, y que vieras todo lo que me haces sentir, pero luego dices toda esa mierda, me dices que te tome, que lo hago mejor que cualquier otro, y no voy a negar que alimentas mi estúpido ego, ese que ahora odio, pero me duelen tus palabras, aunque me río y finjo restarle importancia.

-Te amo Kim Taehyung, pero tu nunca lo sabrás...–Te susurré.