Imaginate

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Y si, un poco culpable me siento. Decime vos si no es para sentirme culpable, si el que le dijo al Negro de ir a las clases de mímica fui yo. Pero claro ¿cómo iba a saber yo que el tipo podía hacer algo así? Yo se lo dije como una cosa así al pasar, porque él quería hacer algo relacionado con la actuación pero no podía decir dos líneas sin trabarse, viste que él siempre fue tímido, pero quería actuar. Entonces como cosa mía le dije <<Negro, la que tenés que hacer vos es ir a lo del flaco Gonzales, que está haciendo un taller de mímica, ahí vas a poder actuar sin decir una palabra>> pero la cosa quedo ahí y el no dijo más nada. Más o menos a la semana viene y me dice que había hablado con el flaco y que arrancaba el marte siguiente.

Y ahí fue donde arrancó todo el lío este. Mirá yo lo conozco de pendejo y el Negro es tan normal como vos o yo, un pibe de barrio así nomás, bueno o eso pensábamos todos los que lo conocíamos, pero cuando el loco fue al taller de mímica algo pasó. A lo primero todo bien, se presentaron entre los que habían ido al taller y se pusieron a hacer algunos ejercicios entre compañeros, nada raro. Después de un par de actividades de introducción el flaco le pidió al negro que haga una improvisación con mímica, como él era el nuevo saber en qué nivel estaba. Entonces el negro se paró ahí en el medio de todos y medio tímido empezó a improvisar, hizo que iba caminando y que entraba en un bar, se sentaba en la barra, que se tomaba dos jarras de birra y terminaba en pedo. El flaco quedo sorprendido de la técnica y credibilidad de los movimientos, parecía que el negro estaba en un bar de verdad, una cosa de locos. Todos aplaudieron pero como se había pasado de la hora la clase terminó medio de golpe, entonces nadie se dio cuenta de lo que paso, pero el negro sí.

¡Se había mamado de verdad! ¿Entendés? El negro salió de la clase en pedo, y sintiendo la panza llena de cerveza. Ahí empezó a sospechar más o menos lo que pasaba, cuando llego a la casa, hizo la mímica de que se comía una hamburguesa, como para probar si funcionaba siempre, y se comió una completa imaginaria, quedo pipón el loco, tirado en el sillón, con la panza hinchada de tanto comer, o imaginar que comía, que se yo como era la cosa, yo nunca termine de entender como mierda pasaba algo así.

Al otro día, o sea el miércoles ese, me acuerdo como si fuera hoy, viene y me cuenta lo que había pasado, más vale que pensé que me estaba tomando de gil. Pero el Negro insistía con que era verdad, y me hizo la mímica que tomaba, comía, fumaba y se sentaba en el aire. Qué se yo cuantas mímicas me hizo, pero yo no le creí un carajo, imaginate si uno de tus amigos de toda la vida te cae con esa historia. No le di ni bola, cuando me cansé de verlo hacer boludeses le pedí que parara, y más o menos freno un poco. Pero a lo largo de la tarde un par más de mímicas hizo. Por ejemplo la última fue cuando le dije que la tarde estaba ideal para fumar un faso, y el loco <<tenés razón>> y empezó a hacer como si armara un faso, y por un segundo pensé que tenía uno de verdad, cuando vi que era mímica me re calenté, pensé que me estaba tomando de boludo y me fui. Él se quedó ahí sentado mirándome como si no entendiera porque me enojaba.

La cosa se puso seria cuando se me paso el enojo y lo fui a visitar otra vez. Cuando lo vi por poco y no lo conozco. Había pasado un mes, no tanto por el enojo, sino porque también se le sumo que yo había hecho un viaje por vacaciones entonces entre el enojo y las vacaciones habían pasado como un mes y medio más o menos, pero el negro parecía que le había pasado un año por encima, un año movidito. Había engordado como veinte kilos más o menos, puede que más, tenía la cara llena de granos, y la ropa toda sucia. <<¿Negro que te paso?>> dije yo asustado, <<Nada, la estuve pasando bomba, nada más>> me respondió el caradura, como si nada.

Ahí nomás entramos a la casa, y me contó que había estado viviendo de la imaginación, que todo lo que se le antojaba lo imaginaba y listo. Ahí fue cuando me di cuenta que no era una joda, un tipo no se arruina la salud así para hacerle una joda a un amigo que se fue caliente como una pipa y que no ve hace un mes. Y me explico un poco como funcionaba, el podía imaginarlo, pero cuando hacia la mímica es que se volvía real. Me contó que antes de que yo llegara "estaba" con dos modelos en la cama. Yo me largue a reír, pero la verdad es que no terminaba de creérmelo del todo. Después de eso me quedé un rato más y me fui a mi casa, un poco preocupado. Durante mi visita el negro no paró un segundo de hacer mímica, tomó, fumó y comió como una bestia, lo que me hizo gracia fue que hizo la mímica de tomar dos pastillas para el dolor de panza, que según él, eran lo único que se lo calmaba.

No paso mucho tiempo hasta que lo volví a ver. Me llamo a mi casa, y me dijo <<Loco tengo miedo, no la puedo frenar, una cosa llevo a la otra y terminé consumiendo cualquier cosa, por probar ¿viste? y el problema es que la tengo cada vez que se me antoja. No la puedo frenar>>. Me dejo helado, cuando a uno le dicen que puede tener lo que quiere piensa que es un golazo. Pero cuando lo escuche así de mal me preocupe mucho ¿pero que podía hacer yo? Tratar con un adicto es una cosa, pero tratar con un adicto que aunque lo tengas en una pieza puede conseguir la falopa que se te ocurra (o que se le ocurra a el mejor dicho) es otra muy distinta.

Ahí nomás corte el teléfono y me fui para lo del Negro corriendo. Cuando llegue lo encontré dado vuelta como una media, estaba tirado en el piso del comedor, y me imagine que a su alrededor había botellas vasos y ceniceros. La cosa fue que lo arrastré hasta la ducha y lo metí abajo del agua fría, y cuando me corrí para no mojarme me agarró de la remera y me metió con él en la ducha, yo trastabille y caí arriba de él, quedamos con las caras d unos centímetros y llorando me dijo << ¿sabes lo fácil que sería imaginarme un arma y rajarme un tiro?¿sabes?>> medio enojado por el golpe que me había dado en la rodilla al caer le dije <<¿Por qué mierda no te imaginas un psicólogo que te ayude la puta que te pario?>> y muy ajeno al insulto a él se le ilumino el rostro, fue como una revelación una inspiración divina.

Al otro día, cuando ya estaba más fresco yo vi todo el proceso. Me dijo que el plan era imaginarse al mejor consejero de "mimos creadores" y aunque en un principio me pareció que podría haberse imaginado un nombre mejor, me di cuenta que podía funcionar. Entonces el Negro empezó con la mímica y simulo que entraba en una habitación y saludaba a alguien alto, ya que miraba un poco hacia arriba, y después de una breve charla insonora, él se recostó en su sillón como si fuera un diván de psicólogo. La charla, al ser insonora, me la perdí por completo, podía ver los labios del negro moverse, pero los del consejero me eran totalmente imposibles de acceder, así que tuve que esperar al final de la sesión. Cuando por fin hizo la mímica que saludaba al consejero y se retiraba de la habitación le pregunte <<¿Y?¿Cómo te fue?>> un poco preocupado por su cara. Realmente no parecía muy conforme con lo que le había dicho el consejero. Entonces me respondió <<Me siento medio boludo, me dijo que pruebe imaginándome que perdía los poderes... ¡Casi me doy un tiro imaginario y era una pelotudes!>>.

Yasí nomás fue como el negro volvió a la normalidad. Y si, la verdad que era unapelotudes, en eso tenía razón el negro ¿pero cómo se lo iba a imaginar?

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⏰ Última actualización: May 06, 2019 ⏰

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