Faithfully

Capítulo único

Hola a todos, ¿Ya vieron ENDGAME?
Será mejor que si todavía no has visto, no leas este fic, porque contiene spoilers.
Vi un par de veces la película y aunque estaba escribiendo otras cosas antes, esta idea no me dejaba en paz, una idea corta sobre una conversación entre Steve y Clint.
Así que aquí está este oneshot.

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Steve se encontraba en su habitación, pensó escabullirse luego de que todos se volvieran al plan, solo necesitaba unos minutos. Y pensaba en minutos, en cuanto querría esos minutos ahora mismo. Aunque tenían la gema del tiempo, sabía que este no les pertenecía, el plan debía continuar, había un propósito mayor que debía ser realizado, muchos dependían de ellos, de su éxito. Pero si hubiera sabido el precio a pagar, jamás hubiera propuesto la idea a Tony, aunque sonara egoísta, ahora más que nunca las lágrimas le recordaban que ya no la tenía.

De pronto escuchó un sonido de pasos y se levantó con rapidez dejando caer la pequeña caja de madera que sostenía, la cual hizo un ruido sordo al chocar contra la alfombra.

―Sabía que estarías aquí ―dijo la voz de Clint, calmando un poco su exaltación.

―Yo... ―titubeó un poco, se terminó de erguir, recogió la caja y la colocó en su lugar de nuevo―, yo ya me iba.

―¿Qué haces acá? ―cuestionó Clint un poco arisco.

Luego de la discusión que habían tenido al regreso de todos, Clint había dicho que recogería las pertenencias de Natasha. No se suponía que Steve estuviera allí, pero el soldado pensó que podría echar un vistazo antes de que el arquero guarde todo.

No hubo tiempo de funerales, no había un cuerpo, pero Clint pensó en tomar algunas cosas y considerar eso como una despedida para su amiga, después de todo tenía que hacer algo, lo que sea.

Steve solo le dio una mirada triste y se dispuso a salir de la habitación.

―Steve ―llamó el arquero al líder de los Vengadores, si es que todavía tenían uno. Este se detuvo pero no se volteó a verlo, deseaba con todas sus fuerzas salir de allí, estar solo.

―Lo sabía ―fue la único que dijo Barton para sorpresa de Steve, quien se giró a enfrentarlo pero aún con la mirada baja.

―No sé de qué hablas ―respondió dispuesto a salir de la habitación y dando un paso hacia la salida, volviendo a su posición inicial.

―Ella siempre decía que eras un mentiroso terrible y... ―suspiro un poco, elevó la mirada al cielo raso de la habitación como queriendo recordar algún momento en especial―, y tiene razón. Apestas Rogers.

Steve se mantenía de espaldas a Barton, parecía inamovible en su posición, estancado en ese pedazo de alfombra que terminaba en el marco de la puerta. Pero Clint lo notó, sus puños cerrados con fuerza y sus hombros ligeramente erguidos, indicaban que estaba tenso, podía ver sus nudillos blancos por la presión del puño.

―Cuando ella y Banner empezaron ese tonto juego ―empezó el arquero, notando que Steve empezaba a respirar de manera más pesada, definitivamente no sabía fingir―, me pareció una estupidez de su parte. Aferrarse a alguien solo por verse reflejada en él. Ella creía verse a sí misma en él, pero no era lo que necesitaba.

―Banner está... ―intentaba decir triste o algo similar, pero solo podía pensar en su propio dolor, se quedó en silencio.

―Tú tuviste la culpa ―sentenció Barton haciendo que Rogers se gire a verlo.

Y ahí lo vio, tenía los ojos rojos, el soldado había estado llorando, todos lo habían visto, ¿Quién no había llorado? Pero eso había sido hace horas, Steve todavía tenía los ojos húmedos.