En los colmillos del lobo

Capitulo 1: Los problemas empiezan con algo muy suave. (Angela)

En una fría mañana de Septiembre...

- ! Angela, despiertate ya!

Joder que asco, ya es la hora de ir a clase, la verdad era una persona que tardaba bastante en despertarme, me levanté con el pie izquierdo y eso no era bueno.

Me acerco al cuarto de baño y miro el espejo que refleja a una adolescente malhumorada de pelo Naranja zanahoria largo y liso hasta la cintura, me lo recojo en una coleta alta aunque se cuelan algunos pelillos por el cortado a capas y mi flequillo hacia un lado, me lavo la cara, alzo los ojos y me miro fijamente, los ojos color turquesa me devuelven la mirada, tengo los ojos grandes, labios carnosos pero finos y unos mofletes grandes.

Mientras me lavo los dientes me acuerdo de que tengo que hacer unas entregas. Mi familia era la encargada de la biblioteca del pueblo, al ser un pueblo pequeño casi nadie tiene coche, mi familia incluida, por ello me tocaba a mí llevar los pedidos a domicilio.

Mi pueblo era muy antiguo y se encontraba en medio de bosques, aquí se conocían casi todos, por eso era muy familiar, la verdad es que la mayoría de vecinos eran agradables sin mencionar a los que no lo eran claro.

Me fuí de nuevo a mi cuarto, a fuera llovía así que cogí unos vaqueros oscuros, una camisa de tirantes y una sudadera con caperuza ancha y roja, mis converses rojas y mi mochila, no sin antes mirar mi cuerpo delgado en el espejo y mirar si todo estaba correcto.

Bajé las escaleras de aquella casa de madera y le dí dos besos a mi madre.

-buenos días mama.

-buenos días Angela, ¿sabes que tienes qu...- La corté antes de que pudiese decir mas.

-Lo sé debo entregar los libros de los lunes, ¿para quien son esta vez?

Me miró pensativa.

- Esta vez son para una de las casas que está adentrándose un poco en el bosque, la que está en el barrio de los "ricos"

Aquel barrío estaba a 20 min desde aquí, debería darme prisa, cogí el vaso de colacao y me lo bebí de un trago y me cogí una tostada.

-Toma cariño, esta vez son ejemplares muy antiguos, debes tener mucho cuidado con ellos, han pagado una suma de dinero muy elevada, solo hay 3 colecciones en el mundo como esta.

Me tendío los 6 libros desgastados y antiguos envueltos y puestos en una bolsa con sumo cuidado

-por favor, no los pierdas, ni los ensucies, ni dejes que se estropeen.

Miré a mi madre con gesto divertido.

-¿alguna vez te he fallado? no va a ser esta la primera.

Me puse la capucha y salí de casa, en realidad estaba preocupada, nunca había estado en el barrio "rico", estaba lloviendo y tenía que darme prisa para llegar a tiempo a clase, metí los libros en mi mochila, cogí la bicicleta y me marché a toda prisa sin saber que recorrer ese camino iba a ser el principio de algo.