Esa etapa que pasamos todos los años
el que nos convierte en otras personas
más alegres
más abiertos.
Y es que, a partir de una cierta edad
el verano nos transforma
o mejor dicho,
nos destapa.
Enseñando a los demás lo que somos y lo que queremos ser
todo en uno.
Al mismo tiempo que nosotros nos destapamos,
ellos también lo hacen.
Y es que las mejores historias se escriben con estos escritores.
Compartimos vivencias increíbles e inimaginables,
visto desde cerca,
un momento de alegría constante.
Sin embargo, al llegar al final de esa etapa
nos volvemos a cubrir,
revertimos esa transformación.
Y te das cuenta, que esas vivencias se convertirán en recuerdos lejanos.
Ese para siempre, se convierte en un adiós incierto.
ESTÁS LEYENDO
Reflexiones de una poeta adolescente
PoetryEsto no es una novela, es un recopilatorio de poesía que voy escribiendo. Algunos en el ámbito personal y otros sobre temas de la vida. No soy una experta ni mucho menos, y pronto te darás cuenta que la rima no es lo mío, por ello en lugar de llama...
