-Cena con los padres-

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~MARINETTE~

—Quédate quieto Adrien — le reclamé una vez que tomé las solapas de su camisa para poder anudarle su corbata.

Era el colmo, hoy mis padres nos habían invitado a una cena para poder conocer mejor a mi novio Adrien. Pero era súper difícil arreglar su traje si el no cooperaba. Llevaba quince minutos sin poder arreglarle el moño de la dichosa corbata, todo porque según el señor le apretaba mucho la garganta.

Si no se deja hacer el maldito nudo, la que lo va a terminar ahorcando soy yo

—¡Adrien Agreste! Deja de comportarte como un niño y quédate quieto de una buena vez —exclamé ya molesta de tanta tontería, era consiente de que posiblemente estaría nervioso por la cena, pero ¿Es enserio? Tanto drama tenía que hacer por una simple comida con mis padres.

—Amor, por favor. Entiéndeme, estoy nervioso por conocer a tus padres, además tu padre es demasiado  — tragó fuertemente con un estremecimiento en su cuerpo — fuerte… — terminó diciendo con miedo — estoy seguro de que si se entera que estas conmigo me aplastaría — se lamentó bajando la cabeza.

Sujeté su barbilla para que me mirara a los ojos.

—Hey, nada va a pasar ¿Ok? Solo procura ser como eres siempre, a mis padres les agradaras tal y como eres — lo alenté mientras acariciaba suavemente su mejilla y este presionaba más mi mano contra su mejilla en un gesto cariñoso.

—De acuerdo — afirmó momentos después, bajó su rostro y me tomo desprevenida robándome un beso de los labios. — Vamos a esa cena Bichita  — sugirió una vez que se tranquilizó por completo.

Sonreí levemente parándome de puntas y robando un fogoso beso de sus jugosos labios adictivos, coloqué mis brazos de modo que estuvieran detrás de su cuello, y ladee la cabeza obteniendo un mejor acceso de su boca.

Cuando me separé nuestras respiraciones eran agitadas, nuestro pulso se aceleró y en sus ojos había un destello de lujuria que no pasaba desapercibido, si seguíamos con esta sesión cariñosa, acabaríamos en la cama y eso por el momento no se iba a poder. Le había prometido a mis padres estar allá a las ocho en punto para comer, eran ya las siete y cuarenta y cinco, llegaríamos tarde.
Carraspee tratando de desviar la mirada de ese par de gemas verdosas y limpié un poco su saco con las manos.

—B-Bueno, así ya estas listo gatito, vamos tenemos que irnos — le recordé — papá y mamá nos esperan — parloteé lo último.

Adrien me sostuvo de la cintura sin dejarme dar un paso más y acorralándome en sus brazos colocando su barbilla en mi hombro, con su cálido aliento mentolado rozando mi oreja. Logró estremecerme como siempre.

—¿Acaso mi bella dama esta nerviosa? — me siseo al oido haciendome bajar todas mis defensas.

—E-Eso es ridículo, ya no te hagas el tonto — mascullé — llegaremos tarde — tartamudeé.

—¿Estas segura? — Mordisqueo suavemente una pequeña parte de mi cuello y me hizo chillar de dolor cuando clavó sus dientes en la yugular.

—A-Adrien, m-mis padres ya deben...

—No tardaremos nada princesa — disuadió inmiscuyendose debajo de mi blusa — solo serán unos minutos, unos minutos en los que te tendré gimiendo debajo de mi hasta que ya no puedas más — susurró vacilante sin dejar de acariciar la piel de mi estómago.

Postre de Media Noche [+18] (Adrianette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora