Uno

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—Jimin, el es YoonGi— sonrió su padre con ambos pequeños enfrente.

El padre de Jimin era un excelente pianista, amaba como se sentía tocarlo, las notas que salían de este artefacto musical, la manera en que se podía expresar a través de ello, sin tener que llorar, sin tener que gritar o golpear.

Y claro, también amaba enseñarlo, enseñarles a las mentes jóvenes como expresar sentimientos.

YoonGi solo era un estudiante más, o eso pensó Jimin, no le tomó importancia.

Jimin con tan solo nueve años podía expresarse por la escritura, le gustaba escribir lo que siente, porque así duraba más.

Los ojos directo a los del impropio, y fue ahí justamente ahí cuando sintió su corazón arder, un llama cálida y fría.

La mirada de aquel peli-negro era sumamente misteriosa, cálida y fría a la vez, indescifrable, queriendo arrebatar todo a su paso.

YoonGi es mayor que Jimin por tres años, Jimin estaba con sus mejillas rojas, la sangre se le había subido a su rostro dejando como consecuencia un tono rojo, algo pálido pero lindo.

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⏰ Última actualización: May 06, 2019 ⏰

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Anónimo.» YoonMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora