¿Este es nuestro Final Felíz?

No lo puedo creer... Simplemente no es normal -Dije tratando de contener las lagrimas por aquella perdida- Ya pasaron varias semanas y no ha vuelto...

Y no volvera... -Dijo una chica que estaba al lado mío- Se que duele lo que estas pasando... yo tambien lo vivi, y se que es dificil superarlo, pero, si necesitas ayuda, no dudes en pedirmela -Dijo aquella chica alejandose del lugar-

Espera! -Dije alzando la voz para estar seguro de que me escuchara. La chica volteó inmediatamente- No puedes irte así nada más, no puedo creer que no me hayas dado el tiempo ni si quiera de preguntarte tu nombre

¿Mi nombre? -Preguntó la chica desconcertada- ¿Acaso... eso importa? Acabas de tener una pérdida, supongo que dolorosa, y... ¿Me quieres preguntar el nombre? -Dijo la chica sin dejar de mirarme, a decir verdad, su mirada era fría, parecía que sufría más que yo, no era posible que una chica como ella estuviera sufriendo, pues no creo que haya tenido alguna relación directa con... mi familia-

N-no, no me importa tu nombre, es solo mera curiosidad, saber si realmente puedo contar contigo -Estaba nervioso, la chica puso en su cara una mirada de desprecio, algo que me hizo sentir muy triste, parecía más grande que yo por unos tres o cuatro años- Solo dime ¿Quién eres? -Pregunte mirandola con la misma mirada fría que ella tenía-

-Ella soltó el llanto, algo dentro de mi decía que había cometido un error fatal- SOY TU HERMANA! -Dijo eso y corrío desconsolada por todo el lugar. Tenía hermana y no lo sabía, era extraño, acababa de perder lo pultimo de mi familia (según yo) y descubro una hermana, tal vez por eso me dijo que ella había pasado algo similar, no la dejaría ir, era la única familia que me quedaba y yo no iba a ser un imbécil. Corrí tras de ella como pude, recorrí todo el edificio, que por suerte estabamos en la planta baja, cuando la encontre la abrazé por la espalda- Lo siento! -Dije abrazandola y soltando el llanto- No sabía que tenía hermana

Parece ser que somos lo último de nuestra familia -Dijo tratando de no parecer triste- Supongo que nos deveriamos conocer más -Al decir eso yo dejé de abrazarla y ella dió media vuelta mostrandome una sonrisa muy simpática, como si nada hubiera pasado- Soy Lizbeth, tu hermana mayor -Al menos había acertado en que era mayor que yo- Nuestra familia no fue lo mismo después de tu nacimiento, y para nuestra suerte podemos complementar los sucesos -¿Sucesos? ¿A qué se refería exactamente con eso?- Pero supongo que debemos ir a un lugar que tu conoces muy bien Mike -Continuó hablando, pero me sorprendió saber que si, efectivamente si era mi hermana y conocía mi nombre- ¿A dondé iremos? -Pregunte un tanto curioso-

-Y así empezó la dulce tortura-