Miradas Cruzadas | SaiIno

Florecer

Tenía 6 años cuando lo conocí.

Estaba en el parque con mi mejor amiga Sakura y jugábamos a las escondidas, corrí y me escondí detrás de un árbol, pero mi vista se desvió un momento al arbusto que había al frente. Había un chico ahí, más o menos de mi misma edad o eso parecía. Nuestra miradas se encontraron y nos quedamos viendo fijamente el uno al otro durante unos instantes, sus ojos eran tan oscuros, pero creo que nunca había visto unos tan hermosos. En ese instante que nos vimos pude sentir como mi corazón empezó a latir más deprisa, y cómo de repente mi cuerpo se puso caliente de lo nerviosa que estaba, pude ver que él se sonrojó un poco, yo nunca me había visto tan fijamente con un niño así, pero sentí que algo estaba creciendo dentro de mi pecho, era una sensación cálida y agradable a la vez.

A veces solo se necesitan unas cuantas miradas y tímidas sonrisas para expresar muchos más sentimientos de los que logran transmitir infinidades de palabras y promesas vacías.

Eso lo aprendí más adelante.

—H-hola. —Su voz era muy bonita, pero sonaba un poco nerviosa. Lo repase con la mirada más detalladamente y me di cuenta mejor de su aspecto. Además de sus oscuros ojos, su piel era muy clara, creo que nunca había visto una tan pálida como la de él, su cabello era tan negro que hacía resaltar su piel aún más. Respire profundo y le respondí.

—Hola, soy Ino. Nunca te había visto en este por aquí antes. —Le respondí como pude. Nunca me había sentido tan nerviosa hablando con alguien.

—Mi familia y yo nos acabamos de mudar y es la primera vez que vengo a este parque. —Respondió.

Me senté en el suelo para hacerle compañía. Vi que detrás de él tenía unos dibujos, así que siendo un poco imprudente, agarre uno.

—¿Tu dibujaste esto? Esta muy lindo. A mi también me gustan mucho las flores, de hecho, mi madre tiene una florería. —Le dije mientras observaba su dibujo. Era un ramo de Hortensias y lirios, era dibujo muy bonito y muy bien hecho, quedé impresionada por cómo logró colorear las flores, la forma en que lo hizo logró que las flores se vieran realmente hermosas, un dibujo simplemente precioso.

—Siempre me ha gustado dibujar, pero muy poca gente lo sabe, recordé las flores que mi mamá había puesto en un jarrón esta mañana y simplemente empecé a dibujarlas. —Dijo con un poco de timidez.

—Pues creo que tienes un gran talento, es el mejor dibujo que he visto. —No lo decía solo por halagar, todo lo que le dije era verdad.

—Gracias, si tanto te gusta te lo puedes quedar. —Le agradecí mucho ese gesto. Era un dibujo realmente lindo y era la primera vez que un niño me daba un regalo.

—Lo cuidare mucho. —Luego de eso hablamos por unos cuantos minutos hasta que me dijo que se tenía que ir, me puse triste y no sabia porque, la verdad me agrado mucho su presencia.

—Fue un placer conocerte, belleza. —Pero en ese instante se acercó a mí y junto sus labios con los míos. Yo me quede paralizada en ese momento, sus labios eran suaves, y se sentía bien, aunque solo fue un roce era mi primer beso, fue corto pero algo que sin duda se guardaría siempre en un lugar especial en mi corazón. Se separó de mí y me regaló una sonrisa, recogió sus cosas y se marchó.

Decir que me puse como un tomate sería poco. Cuando mi cuerpo sufre reacciones fuertes, sea cual sea, siempre se pone caliente, y esa vez estaba casi en ebullición.

No sabía cuánto tiempo había pasado, pero yo todavía estaba ahí sentada pensando en el chico que solo le había bastado unos cuantos minutos para robarse mi corazón. Es en ese momento cuando alguien me sorprende tocándome la espalda, haciendo que suelte un grito del susto.

—¡Sakura, casi me matas del susto! —Dije con una mano en el pecho.

—Te he estado buscando y como parece que estabas en otro mundo he decidido darte un susto. Debes estar más alerta a la próxima, tonta. —Dice con un sonrisa en su rostro. —Mejor vayámonos a casa, nuestros padres deben estar preocupados.

Nos pusimos de pie y caminamos hacia nuestras casas, pero a medida que vamos caminando por el parque recuerdo algo.

No le había preguntado su nombre.

-Annari 🍂