Cuando por fin logró entrar a la preparatoria Harlem, pensó que esos pensamientos y recuerdos se irían, porque ya después de tanto tiempo era absurdo seguir pensando en el y con su mente ocupada y con nuevos amigos y amigas ella terminaría por olvidarse de él.
Se desvanecía el recuerdo y dolía menos el amor, pero siempre volvía.
Esa tarde pasó una linda chica a su lado para sentarse en la butaca de a lado, se miraron y sonrieron.
-Hola! Estas nerviosa? - Preguntó la chica nueva.
- Mmm bueno un poco, y tu?- respondió Alysa levantando los hombros en señal de nerviosismo.
-Me llamo Leyla- con una sonrisa muy amistosa.
-Bueno....- fue interrumpida cuando llegó el profesor
Sonrieron las dos y en el momento se pudieron relajar sabiendo que no se sentirian tan solas en es nueva escuela.
