Enamorarse, ¿está bien?
A veces pienso que la mejores alternativas al respecto de lo que me está ocurriendo es arriar las correas de la carroza que me transporta cada vez más lejos en un camino sin final ni retorno al paso, incluso al presente y solo se guía al futuro en el esperado y ya visto final de siempre, con la muerte.
Con todo tu cuerpo envuelto en cenizas, tres metros bajo tierra en un ataúd, al final y al cabo todos vamos al mismo sitio y debemos reflexionar la manera de la perspectiva clara y certera que se tiene en nuestra mente. Planteamientos futuros, incluso qué hacer después de graduarte o cómo vas a desenvolverte de acuerdo al lugar donde estés y cómo te vas a relacionar con los que están a tu alrededor en tu misma comunidad siendo inevitable el tener acceso a entablar una conversación con alguien aunque no sea deseada, mirar profundamente sus ojos y no pensar en nada más que querer que esté totalmente en tu vida sea como sea esa persona.
Existe la mitología de que todos nos enamoramos una sola vez. Que todos los cuentos de hadas se basan en un amor perfecto, a primera vista y duradero. Pues, no digo que no llegue a ocurrir, pero hay que estar en la forma certera y realista de que ciertas veces por obra del destino lo llega a ocurrir, te puedes enamorar hasta más de una vez, sea de la misma persona o de una diferente, sea cual sea la ideología que lleves en tu cabeza; el amor es algo que difícilmente se puede frenar, es algo que simplemente sucede y no podemos evitar experimentar.
No solo sucede de forma física, una atracción al aspecto no tiene todo que ver, aunque mayormente si te "enamoras" o "te gusta" por éste, déjeme decirle que no es amor, es deseo y el delirio de querer saciar el placer con ésa persona; ¿tal vez porque es linda? Puede ser, pero no todas las que contienen un atractivo total te pueden brindar lo que tú quieres, si ciertamente obtienes la suerte de adquirir todas las características que buscas en una persona, felicidades, francamente lo veo imposible, porque así sea lo más bonito, el amor más hermoso, sin problemas, podría llegar a ser tóxico y dañino por simplemente buscar la pureza. Se aburrirían el uno del otro y se llevaría a cabo a un paso de infidelidad, de deslealtad de parte de uno de los individuos que conforma la pareja al ya no tener una diversión o algo que le permita disfrutar en sí de su relación. Estar sin peleas así sea por cosas insignificantes es algo aburrido, y aunque no lo creas, es algo que te impulsa a querer mantenerte con el contrario.
Personalidad y sentimientos es lo que se debe valorar. Muy pocos se fijan en ello, las mujeres y los hombres últimamente nos dejamos llevar por lo que ven los ojos y no por lo que sienten los corazones. Si lo tuyo es delirio, entonces que no se juegue con el corazón; provocar un problema sentimental no podría tener vuelta atrás o inclusive reparo si se llega a un grado mayor.
Amar es un alto riesgo, que muchos tomamos. Algunos, o la gran mayoría, lo ven como algo necesario, que se debe estar casado por ley, tener una familia y ser perfectos el uno para el otro de forma estereotipada, que el amor es algo necesario en sus vidas y que es un sentimiento que surge sin explicación. Otros, simplemente dicen que es parte de la ciencia, que lleva a los seres humanos a procrear y seguir con la misma rutina de traer vida al mundo, y si lo vemos así, puede que tenga algo de sentido con respecto a la otra teoría.
El amor no lo siente el corazón en realidad, si es que no lo sabías. Son cargas de energía nerviosa que viajan por el cerebro cuando cumple con una función de atractivo y capacidades ya sea de forma lenta o rápida, dependiendo de qué tanto de puede llegar a atraer a pasar del tiempo. ¿Que si se siente en el corazón? Claro que sí, pero productivamente lo hace la mente. Incluso, pensamos demasiado en ello y terminamos jugando e imaginando cosas que suceden solo dentro de la misma.
Y por ahora, es el mejor sentimiento que se puede sentir aunque sea peligroso.
Puede ser tóxico, puede ser dañino.
Pero yo decidí aventurarme.
Yo decidí tomar ese riesgo.
Yo decidí tomar ese veneno, que puede llegar a matarme o simplemente dañar apenas un poco, o mucho, dependiendo de cómo se abarquen las situaciones al final.
Todo depende del control de la situación.
Todo depende de cómo lo maneje.
Todo depende no solo de la otra persona, también depende de mí.
Depende de ambos.
